[ UN VISTAZO FUERA ]
día y me han aportado un grado
de autoconocimiento que me es
muy útil en esta etapa. También
gracias a esas experiencias he
logrado entender y formarme
opinión sobre diversos temas
que influyen decisivamente en
las resoluciones que tomo acer-
ca de la crianza de mi hijo.
“Sé que nuestra
presencia
continua y el amor
que le prodigamos
a nuestro hijo
le reportan
beneficios
incalculables”
AC: Fuiste madre concreta-
mente en el año 2015, a los 39
años. ¿Qué supuso el nacimien-
to de tu hijo?
A: Siempre recalco que el na-
cimiento de mi hijo es el evento más importante de
mi vida. Vivenciar la maternidad supuso una realiza-
ción personal más allá de lo que pueda describir con
palabras y el cumplimiento de un deseo largamente
anhelado. Cuando había liberado la idea de ser ma-
dre, cuando ya no creía posible que fuera a ocurrir,
la vida me sorprendió y me entregó el mejor de los
obsequios: una vida para cuidar, guiar, educar y, sobre
todo, amar.
En síntesis, ser madre supuso
una revolución total en mi vida.
Mi hijo vino a revolucionar mi
mundo con su vitalidad, su fuer-
za y su empuje. Se ha converti-
do en el complemento perfecto
para mi personalidad calmada y
con tendencia hacia el interior,
convirtiéndose en la chispa y
el motor que me impulsan a
mantenerme activa, renovarme
e inspirarme para ser la mejor
mujer y madre que pueda ser.
AC: En uno de tus últimos
posts cuentas como en medio de una situación de-
licada, tu hijo, que ya cuenta tres años, te desarmó
con un “mamá, somos un equipo”. ¿Nos dan cada
día nuestros hijos pequeñas lecciones de vida?
A: Sí, definitivamente, nuestros hijos nos obsequian
a diario con pequeñas y grandes lecciones de vida.
Ellos son una fuente inagotable de sorpresas, sabidu-
ría esencial y maravillosas enseñanzas, convirtiéndose
en nuestros mejores y más importantes maestros.
MARZO 2018 •
mama
• 55