Madresfera Magazine 15 - Marzo 2018 | Page 47

Band, la banda de rock infantil por excelencia. ¿Te veremos haciendo algo parecido? No creo. Me gusta la literatura infantil y juvenil, pero no creo que vaya a meterme en jardines musi- cales de carácter infantil. Sería demasiado punk y los padres me denun- ciarían por corromper la moral neoconservadora de hoy en día. Martín ¿De qué manera ha influi- do e influye el hecho de ser padre en tu carrera artística? Desde el nacimiento de mis hijas hasta ahora, he aprendido inconsciente- mente a gestionar mucho mejor mi tiempo. Antes de ser padre, pasaban los años y no concretaba. Cuando nacieron, pensé “ahora no puedes permi- tirte ni errar, ni dispersar- te, ni postergar”. ¿Y el hecho de ser hijo? De mi padre heredé el gusto por la lectura y de mi madre por la música. Siempre me vieron con “algo”, eso sí. Pero sos- pecho que pensaban que ese “algo” me encauzaría a una vida como em- baucador profesional [risas]. “Tienes mucho rollo y muy poca vergüenza” era una frase bastante usada hacia aquel enano que un día fui. “De mi padre heredé el gusto por la lectura y de mi madre por la música” ¿Crees que la educación que recibimos o cómo se nos trata cuando somos pequeños influye irreme- diablemente en el adulto en el que nos converti- mos? Absolutamente. La dirección hacia la que encauza- mos nuestro futuro es una combinación de predis- posición genética, casualidades vitales y, por parte familiar, de las motivaciones que hayas tenido, de tu educación, y también de algunas carencias, incluso reproches, como motor y contraposición a todo lo positivo que también ha significado un acicate. Dependiendo de los porcentajes que hayas recibido de cada cosa de pequeño, uno puede ser artista, arquitecto, asesino a sueldo... Vamos a ver… El elogio sirve, pero el “no sirves para esto” puede tener incluso más fuerza. No hablo de mis padres, sino de todo lo que sucede a posteriori: prensa, críticos, ex novias, cuñados, vecinos. A mi sobrina, Mara, la bauticé como «la niña imanta- da» antes de nacer. ¿Quién es ella en realidad? Muchas personas. Es el símbolo de la atracción. Es una idea platónica de lo que significa una belleza de segunda cita, más que la aburrida perfección, o la belleza estándar. Es la personificación del misterio. Cada vez hay más demanda de otro tipo de música para niños. Se me viene a la cabeza la Billy Boom ¿Cuáles de tus canciones crees que podrían llegar- le más al público infantil? ‘Shiwa’, ‘Villancico para mi cuñado Fernando’, ‘Hous- ton, tenemos un poema’... Esa parte tan teatral que hemos usado en algunos discos. De momento, has escrito, dos cuentos infantiles. Martina y Anitram ya son parte del imaginario de toda una generación de niños. ¿Es muy diferente escribir para niños? Es muy difícil reconectar con esa manera de ver el mundo. Intento mantenerla viva, y supongo que ser padre ayuda a tener la antena conectada con una ma- nera de ver las cosas mucho más pura que la retorci- da mentalidad adulta. Pero el esfuerzo de regresión vale la pena porque te purifica. No hay que olvidarse de darle la merienda a tu niño interior. ¿Seguirán, próximamente, sus aventuras? ¿Tendrán Martina y Marc un hermanito? ¿Quizá una mascota? Qui lo sá. Dependerá de la inspiración. Ahora mismo, al estar mis hijas en la edad del pavo, lo que me pide el cuerpo es hablar de espinillas en la nariz y lavabos ocupados permanentemente con la música muy alta. [Risas] Por cierto, ¿quién te inspira más? ¿Tu perro o tu gata? Mi perro es la bondad sin “peros”. Mi gata es el in- dividualismo con algunos “peros”. En dicha fricción está la chispa de la creatividad. Gracias a ellos estás escribiendo un nuevo libro, los diarios de un perro y un gato en clave de humor. ¿Qué nos puedes contar de él? Será mi sexto, antes vendrá otro, el quinto, que nada tiene que ver con animales. No puedo sino contar que será una crítica al sarcasmo de hoy en día a través del… ¡Sarcasmo! ■ MARZO 2018 • mama • 47