peso del tabú y del estigma ante
este tipo de pérdidas, un estigma
que contribuye a que el dolor pro-
fundo se silencie y se oculte y a
que la culpa se viva muy intensa-
mente”. Si bien, según la experta,
ante cualquier pérdida de un hijo
sentimos culpa (“porque una de
las principales responsabilidades
que tenemos como padres es pro-
teger y acompañar a nuestros hi-
jos y, cuando un hijo muere, esto
se ve totalmente dañado, senti-
mos que no hemos sido compe-
tentes en nuestra tarea”), cuando
la pérdida es por suicidio la culpa
es mucho más intensa y compleja
de elaborar. “En estas situaciones
Huérfilos
Desde la Federación española de padres de
niños con cáncer se inició hace unos meses una
campaña a través de Change.org para solicitar a
la RAE la inclusión del término huérfilo para
referirse a los padres que han perdido a su hijo.
Para ello han contado con la colaboración de
cinco rostros conocidos, lo que les ha permitido
captar la atención del público, así como con el
interés de numerosos medios de comunicación.
Según cuenta Victoria Carrazoni, responsable
de comunicación de la Federación española de
padres de niños con cáncer, se trata de una idea
que siempre ha estado muy presente en la
asociación. “Cuando los papás y las mamás
afectados se reúnen a menudo surge el tema. Son
conscientes de que no existe una palabra para
denominarles, de que no hay ninguna manera de
que los otros padres puedan llamarles sin apartar
la mirada o que les tiemble la voz. Y es ahí donde
comienza nuestra campaña. Cuando somos
conscientes de la necesidad de crear una palabra
capaz de reflejar esta situación y de representar a
todos aquellos padres que hasta ahora estaban
invisibilizados. “Huérfilos” nace para nombrar a
todos los padres que han perdido un hijo, aque-
llos que les han sobrevivido y que tienen que
afrontar la realidad más dolorosa que puede
sentir una persona”.
Por el momento llevan más de 7.000 firmas
pero aspiran a alcanzar las 11.730, una firma por
cada uno de los padres que han perdido a un
hijo a causa de cáncer infantil y que han pasado
por la asociación en toda su historia.
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•
mama
• MARZO 2018
Se sabe que la petición ha llegado hasta los
oídos del director de la Real Academia Espa-
ñola, Darío Villanueva, cuando les mencionó
durante una entrevista que concedió al diario
El Español, el pasado 29 de octubre de 2017.
Dos meses después, se publicaba el listado de
palabras que habían sido admitidas por la
RAE, gracias a la cual “Huérfilos” volvió a ser
noticia apareciendo de nuevo en todos los
medios, a pesar de no haber sido incluida en
un primer momento. “No obstante, no nos
rendimos. Y no pararemos hasta conseguir la
inclusión del único término que podría llenar
las ahora vacías páginas de nuestro dicciona-
rio”, dice Carrazoni.
¿Por qué este vacío en el lenguaje? ¿Cómo
explicar que no exista una palabra para esto?
La respuesta a esta pregunta la encuentra la
responsable de comunicación en la dificultad
que nos supone hacer frente a un dolor tan
enorme como perder a un hijo. “No estamos
capacitados para ello, nadie lo está realmente.
Porque no es un dolor que se supere, es uno
con el que se aprende a convivir. Por eso
preferimos no ponerle nombre, porque al no
poder nombrarlo es como si fuera invisible y no
pudiéramos encararlo mirándole directamente a
los ojos. Sin embargo, lo que buscamos es que
la palabra tenga una buena acogida entre el
público, que comience a asentarse en la socie-
dad para que se empiece a utilizar con normali-
dad y, sobre todo, que estos padres se sientan
por fin representados”.