[ SALUD ]
E
n el número 186 de la
revista Mi bebé, Pilar
de la Cueva, ginecóloga
del Servicio Aragonés
de la Salud y evaluado-
ra de la Iniciativa Hospital Amigo
de los Niños (IHAN), publicaba
un detallado artículo sobre por
qué la episiotomía es una técni-
ca innecesaria según las últimas
evidencias disponibles. A lo largo
del texto la ginecóloga argumen-
taba por qué es necesario valorar
cada caso y no hacer este tipo
de intervención por “protoco-
lo”; y qué se puede hacer para
facilitar la salida del bebé (dejar
a la madre que decida su postu-
ra para parir o no controlar los
pujos, entre otros).
Y es precisamente por ser una
práctica innecesaria por lo que
para la comadrona Laia Casade-
vall “no hay que hacerlas de for-
ma sistemática” ya que llevarlas
a cabo no supone mejoras en los
resultados maternos y fetales ni
reduce el riesgo de desgarros
mayores. “La episiotomía es una
intervención quirúrgica que con-
lleva un corte del periné de la ma-
dre durante el expulsivo del parto
para facilitar la salida de la cabe-
za del bebé. Este corte solamen-
te debería hacerse en casos muy
concretos donde el bebé está su-
friendo y necesita nacer de forma
inmediata o en partos instrumen-
tados. Hacer episiotomías de ruti-
na y sin indicación médica válida
no está justificado bajo ningún
concepto a día de hoy”, explica.
Una recuperación más lenta y se-
cuelas
¿Qué dice la evidencia científica de
las episiotomías? Responde Casa-
devall que “la ciencia ha demostra-
do que hacer episiotomías de for-
ma sistemática no reduce el riesgo
de desgarros mayores con afecta-
ción del esfínter anal ni el riesgo de
incontinencia”. Además, según la
comadrona, las episiotomías están
asociadas a una “recuperación más
lenta, mayor riesgo de disfuncio-
nes del suelo pelvico y dolor de la
cicatriz a largo plazo, especialmen-
te durante las relaciones sexuales”.
Lo sabe bien Raquel, madre y
autora del blog de maternidad
Paseando con Eloy, quien conta-
ba en una entrada hace algo me-
nos de un año qué secuelas le ha-
bían quedado tras su parto. Entre
ellas, hablaba de secuelas en su
suelo pélvico como consecuen-
cia de una episiotomía de la que
no le informaron: “Durante año y
medio cada vez que mantenía re-
laciones sexuales, me venía la re-
gla o cambiaba el tiempo me dolía
la cicatriz. También tuve un dolor
insoportable en el coxis e inconti-
nencia y escapes; de hecho, a ve-
ces no lograba llegar al baño sin
que se escapase alguna gotita y si
estornudaba, siempre se escapaba
algo”, explica a MAMA.
Después de este año y medio
tras el parto, Raquel decidió acu-
dir a una fisioterapeuta experta en
suelo pélvico para recibir un trata-
miento que ella misma ha pagado
de su bolsillo y gracias al cual ha
notado una gran mejoría. “Tras una
valoración del estado de mi suelo
pélvico recibí varias sesiones de
manipulación manual y de Indiba,
un sistema de radiofrecuencia no
invasivo. Noté muchísima mejoría y
con sólo cinco sesiones volví a re-
cuperar mi suelo pélvico. Dejé de
notar la cicatriz y los escapes des-
aparecieron”.
Peor pronóstico tuvo Marga,
madre de dos hijos (Pablo en
2014 y Antón en 2017) y socia de
la asociación El Parto Es Nues-
tro, que tras el parto del mayor
estuvo muchos meses sin poder
andar ni sentarse debido al do-
lor que tenía como consecuencia
de la episiotomía, al hematoma
interno que le provocó el uso de
ventosa y al desgarro del esfínter
que sufrió durante el proceso de
parto. “La episiotomía me llega a
la nalga pero por dentro también
es enorme. Además, Pablo salió
de un tirón con la ventosa lo cual
me produjo un desgarro total del
esfínter anal externo. El ginecólo-
go que me practicó la episiotomía
y utilizó la ventosa se marchó y
dejó cosiéndome y sin supervisión
a una enfermera residente; y sin
que llegara la anestesia a la nalga
mientras me cosían”, cuenta.
Como tenía pérdidas de heces y
muchas molestias, Marga acudió a
la matrona, que tras valorarla la de-
rivó al ginecólogo, quien a su vez
la derivó a un cirujano. Tras varias
ENERO 2018 •
mama
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