[ FILMOTECA PARENTAL ]
Big Little Lies
“LA MATERNIDAD DE PUERTAS ADENTRO”
Ahora que está tan de
moda, por reivindicado,
ese abstracto concepto de
‘maternidad real’, adquiere
más significado si cabe una
serie como Big Little Lies,
porque no hay maternidad
más real que aquella que
se vive de puertas de casa
para adentro, allí donde no hay lugar para las aparien-
cias. Y ahí, dentro del hogar, con la novela homónima
de Liane Moriarty como punto de partida, se meten la
cámara y el guión de David E. Kelley en la última joya de
HBO, una miniserie de siete capítulos que reúne muchos
de los intangibles que han convertido a la cadena por
cable estadounidense en la cuna mundial de las series.
He escuchado decir que cuesta engancharse a la historia
que presenta Big Little Lies. Y quizás cueste porque la
gran mayoría de los personajes pertenecen a un nivel
socioeconómico al que muchos ni siquiera aspiramos. O
tal vez, me inclino yo, por ese meterse hasta la cocina,
hasta el último rincón de la intimidad de los protagonis-
tas. No estamos acostumbrados a ello, incluso nos causa
cierta repulsa esa intromisión, por más Gran Hermano
que desde Telecinco nos hayan querido meter en vena.
Si Big Little Lies se ha alzado con 5 premios Emmy no
es por casualidad. Está bien escrita, bien rodada, mejor
interpretada si cabe (el elenco de actrices y actores es
increíble), y tiene una banda sonora que se convierte en
una protagonista más del metraje, una auténtica delicia
para los oídos. Con esos ingredientes, cuando te engan-
cha ya no te suelta. Y te mantiene durante siete horas
pegado al sofá, deseando saber qué más esconden de-
trás de las puertas de sus lujosas casas, en sus aparen-
temente perfectas vidas, cada uno de los personajes.
Una perfección que empieza a resquebrajarse por un
caso de acoso escolar, que es el desencadenante de
todo lo que viene a continuación, de ese final, muerte
incluida, que los direc-
tores de la serie nos de-
jan entrever al principio.
Entre esos primeros fo-
togramas y los últimos,
David E. Kelley y Jean-
Marc Vallée sacan jugo
a las siete horas de me-
traje para mostrarnos el
interior de las vidas idílicas, las relaciones de pareja, los
conflictos que suscitan las relaciones padres-madres-hi-
jos, las distintas formas de afrontar la maternidad (ese
eterno debate entre apuesto por mis hijos o por mi ca-
rrera del que las mujeres, hagan lo que hagan, siempre
parecen salir mal paradas) y el peso de la comunidad,
de los comentarios, de aquello que se habla en los co-
rrillos, tan bien representado por los testimonios ante la
policía de los personajes secundarios.
El final de Big Little Lies es absolutamente apoteósico,
como no podía ser de otra forma ante el protagonismo
que va adquiriendo capítulo a capítulo la pareja formada
por Nicole Kidman y Alexander Skarsgård. Ellos repre-
sentan más que nadie la aparente perfección, la pareja
atractiva y feliz, los padres de catálogo. Su fachada se
derrumba tal y como cruzan las puertas de su mansión.
Como se derrumba las de las demás protagonistas. Y
hablo en femenino. Porque Big Little Lies, como escribía
Javier Meléndez Martín en Yorokobu, es una serie sobre
“cuatro madres que deben salir adelante por sí mismas”,
de cuatro mujeres “que se sacan las castañas del fuego,
ellas solas”. Y de qué manera. Por Adrián Cordellat
Big Little Lies (2017)
Duración: 7 episodios de 60 minutos
Género: Drama. Comedia negra.
Director: David E. Kelley y Jean-Marc Vallée
Intérpretes: Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Shailene
Woodley, Alexander Skarsgård, Laura Dern, Zöe Kravitz,
Adam Scott, James Tupper, Iain Armitage, Hong Chau.
País: EEUU
NOVIEMBRE 2017 •
mama
• 95