[ SANA-MENTE ]
consciencia de que son “protagonis-
tas y sujetos activos” de su proceso
de parto; algo que en los hospitales
privados no parece seguir esta línea,
según han podido observar desde la
asociación.
Y tan importante como que la ce-
sárea sea necesaria es que cuando
no hay más remedio que recurrir a
ella, el trato del personal sanitario
sea empático, respetuoso y pro-
fesional. Para Patricia Sánchez es
de vital importancia que el perso-
nal que atiende este tipo de inter-
venciones sea consciente de que
“aunque para ellos puede ser un
procedimiento común, para la ma-
dre es algo nuevo, probablemente
la primera vez que lo vive, y segu-
ramente es algo inesperado”. Es
por ello que la mujer puede estar
incómoda, tener miedo y estar pre-
ocupada, algo totalmente normal
ante lo que un sanitario debe estar
preparado: “Además de empatizar
con la madre, deberían tener en
cuanta una serie de acciones como
informar de lo que se va hacer, di-
rigirse a la madre por su nombre
(genera familiaridad, confianza y
respeto) o dejar que la madre esté
RELATOS DE CESÁREAS
Yolanda Baudet Folch, fundadora del blog Mamá Tribu, lanzó hace unas
semanas una petición en redes sociales: buscaba historias de cesáreas para
redactar un post sobre cesáreas innecesarias. Recibió, para su sorpresa,
muchísimos relatos y al empezar a leerlos decidió cambiar el tono del post
y escribir sobre sus historias, “dar voz tan solo a lo que ellas contaban”.
Nos explica Yolanda que la mayoría de las mujeres que contactaron con
ella reconocían haberse sentido muy solas, ya que muy pocas estuvieron
acompañadas por sus parejas: “En un momento tan importante de nues-
tras vidas, en que va a nacer nuestro hijo, muchas me relatan la frialdad del
quirófano, solas, con la sábana delante sin ver lo que sucedía, sin compa-
ñía. Y muchas, demasiadas, me hablaban de la poca empatía por parte del
personal sanitario. Y esto es algo que me enfada y mucho, porque que en
ese momento no encuentres un poco de buen hacer, de cariño, de amabi-
lidad, es vergonzoso”.
Dice Yolanda que admira a las mujeres que han tenido el valor de contar
sus experiencias porque gracias a ello ha sido consciente “del sufrimiento
que han tenido que pasar para poder traer a sus hijos al mundo”. Reconoce
que nunca ha pensado que una mujer es “menos madre” si no ha parido
vía vaginal a sus hijos, pero admite que sí le quedaba algún lugar común
al respecto que con este post ha desaparecido del todo. “¿Mi conclusión?
Que todas somos madres, que todas de una manera o de otra hemos traí-
do a nuestros hijos al mundo. Que muchas mujeres sufren mucho para
traer a sus niños, y que no siempre lo hacen acompañadas de la mejor
manera posible. Esto me ha reafirmado aun más en mi sueño de ser doula”.
acompañada por un familiar (el
papá del bebé, su madre…), alguien
que pueda sostener su mano, de-
cirle palabras de aliento, acariciarla
o besarla para darle tranquilidad”.
Añade Sánchez que siempre que
las circunstancias médicas lo per-
mitan, lo recomendable es no sepa-
rar a la madre de su hijo y facilitar el
contacto piel con piel y el inicio de
lactancia. “Todo ello mientras los
médicos siguen haciendo su traba-
jo con la mamá en el quirófano”.
Cuenta Elena Gil que los relatos
de mujeres que han pasado por
una cesárea que llegan a El parto es
nuestro tienen en común el miedo,
las dudas, la soledad en el quiró-
fano; todo esto deja marcada una
herida profunda, con recuerdos y
sensaciones que se reviven una y
otra vez: “La falta de información
sobre lo que está pasando, el frío
del quirófano, el estar atada con los
brazos en cruz y no poder ni tocar
al bebé, sentirte sola es algo que
puede llegar a afectarte mucho. En
el momento en que el bebé nace,
ese dolor de separarte de tu hijo a
veces horas y horas, con todo lo que
eso implica, duele, y duele mucho
pese a que pasen años, es como si
hubiesen robado parte de sus vidas.
Algunas mujeres también relatan
un posparto más difícil por la recu-
peración de la cesárea: frustración
por necesitar ayuda, no poder en-
cargarse del bebé, dificultades para
encontrar la postura en la lactancia,
cansancio...”. Todo es muy similar a
lo que otras mujeres pueden relatar
de partos vaginales muy interveni-
dos y traumáticos, por lo que la cla-
ve, según Elena, “no es por dónde
se nace si no cómo se nace”, ■
NOVIEMBRE 2017 •
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