Madresfera Magazine 13- Noviembre 2017 | Page 44

[ BLOGUEROS EXPATRIADOS ] y los niños lo acosaban por ser extranjero. Venía llorando a diario, frustra- do por no poder defen- derse al no saber alemán. Tuvimos que ponernos serios con el colegio y la situación cambió por completo. Ahora está integrado y tiene buenos amigos pero me sigue doliendo que tuviera que pasar por eso. “Nosotros vivimos en un pueblo a unos 25 kilómetros de Frankfurt y no tenemos coche, pero no nos hace falta” DO: Muchas familias expatriadas cuentan que es difícil criar lejos de los suyos y que su gente es lo que más echan de menos. ¿Te ha resultado o resulta difícil la crianza allí? JM: Estar lejos de la familia es lo más duro. No por el hecho de no tener ayuda, porque al final te arreglas, sino porque echamos de menos las reuniones fami- liares o, por ejemplo, ir el domingo a merendar a casa de los abuelos. La familia es lo único que nos llama a regresar (bueno, el sol y la comida también). ¿Tenéis apoyo allí de tipo familiar o de amigos? JM: Aquí hemos hecho buenos amigos, pero la vida en Alemania gira en torno al trabajo y, entre eso y que ahora vivimos en otro pueblo, las relaciones se han distanciado un poco. La verdad es que no es complicado encontrar ayu- da, hay un grupo de Facebook en el que estamos los españoles de Frankfurt y alrededores y siempre hay quien se presta a echarte una mano para una llamada telefónica, a acompañarte a alguna cita y hacer de traductor o a hacer de canguro. DO: ¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Alema- nia que en España no tendrías? JM: Algo que me gusta es todo el tema del bienestar social. Aquí tienes la tranquilidad de que si pasas una mala racha económica, el Estado te va a ampa- rar y te va a apoyar económicamente hasta que la situación mejore. Las ayudas sociales se basan en 44 • mama • NOVIEMBRE 2017 unas tablas que estable- cen el dinero que necesita una persona o familia para vivir. Lo que más me sor- prendió es que incluyen un monto para ocio bajo la justificación de que para que un trabajador sea eficiente, debe estar contento y despreocupa- do para que rinda más. También me gusta mucho cómo funciona el tema del transporte público. Puedes moverte por donde quieras sin problemas y no suele haber retrasos. No- sotros vivimos en un pueblo a unos 25 kilómetros de Frankfurt y no tenemos coche, pero no nos hace falta. DO: Cuentas en uno de los posts de tu blog lo que es el Meine Ruhe, que vendría a traducirse como “mi paz” o “mi tranquilidad”, aunque dices que la tra- ducción exacta no está clara. Cuéntanos más sobre qué significa. JM: El Meine Ruhe fue una de las cosas que más nos chocó al llegar. Todos sabemos que los alemanes son un poco cuadriculados, pero no te esperas que lo sean hasta el punto de prohibir ducharte pasadas las diez de la noche para no molestar al vecino. Vendría a ser la regulación de las franjas horarias en las que no se puede hacer ruido, esas que en España no respeta nadie. Pues aquí, tener la tele un poco alta por la noche, puede costarte la visita de la policía y una multa. Existe toda una normativa sobre el tema. Por ejemplo, no se puede reciclar el vidrio de las 12 del medio día a las tres de la tarde ya que el ruido del cristal al caer en el contenedor puede molestar a los que viven cerca. O quizá no sepáis que los hombres alemanes orinan sentados, esto es porque de pe- queños se les enseña así para que al ir por la noche al baño, el chorrito haga menos ruido al caer y no venga el vecino a quejarse. También recomiendan no tirar de la cisterna por la noche. Esto no es obligato- rio, pero ahí lo dejan. Por suerte vivimos en una casa sin vecinos porque mis niños tienen los decibelios un poco altos.