Madresfera Magazine 13- Noviembre 2017 | Page 41

Evidentemente la utilización de las hijas y los hijos podría tener un reflejo en el Código Penal como maltrato psicológico, ade- más del maltrato físico en el caso de que se produjesen lesiones o cualquier otra hecho constitutivo de delito con respecto a esos menores. Lo que ocurre es que para poder entender esas diná- micas y para poder entender y comprender que eso pasa es ne- cesario que los operadores jurí- dicos puedan aplicar el derecho con visión de género. Es decir, para poder entender lo que está pasando es necesario compren- der esta sociedad machista en la que vivimos, porque si no estas conductas pueden pasar por normales y hasta que no se pro- ducen hechos tremendos, como los de padres que acaban con la vida de sus hijos como forma de violentar a sus parejas, no somos capaces de ver. Para poder ver que efectiva- mente se están utilizando a las niñas y niños es necesario tener esta visión de género, salirse de la visión machista, para poder anticipar y entender estas claves que nos permitirán la aplicación de una forma mucho más riguro- sa y seria del Código Penal. Solo en los últimos cinco años 23 niños han muerto y casi 200 han quedado huérfanos a causa de la violencia de género. Los menores son víctimas direc- tas de la violencia de género. Hasta tal punto que los hijos y las hijas que viven de forma directa si la sociedad sigue sosteniendo un sistema en el que la mujer es ciudadana de segunda. “Hay que tener muy presente que si el padre ejerce violencia de género contra la madre está atentando también directamente contra los hijos” Los niños siempre deberían ser escuchados en juicio, y estar acompañados por una persona de su confianza durante el tiem- po de instrucción y el desarrollo del juicio. Estos niños, cuando tengan al menos 12 años, debe- rían tener acceso a asistencia le- trada para defender sus intereses dentro del procedimiento judi- cial, con independencia de cuá- les sean los intereses de sus pro- genitores. También se les debe poner asistencia psicológica cuando sea necesario. esta violencia están sometidos a una situación de estrés que se- gún muchos estudios es equipa- rable a la situación de estrés que viven los niños y las niñas en conflictos bélicos. Es decir, son niños que están siempre hipervi- gilantes, que tienen mucho mie- do a que se produzca un desen- lace fatal, que viven con mucha rabia que no pueden encauzar y que acaba afectando a su vida social y a su educación. ¿Qué medidas consideras que habría que tomar para proteger a los menores como víctimas de la violencia de género? No podemos aspirar a que las ni- ñas y los niños dejen de vivir en entornos de violencia de género Además de eso se les deberían asignar ayudas económicas en el caso de que la violencia de géne- ro afecte a la economía de la fa- milia. Debería evitarse en todo caso que tengan que ir a institu- ciones o a casas de acogida en compañía de sus madres. Debe serles respetado que deben te- ner un hogar para continuar vi- viendo en el mismo régimen en que lo hacían con anterioridad, pero sin el maltratador. Hay que acabar con esos pisos de acogi- da que son terroríficos para las niñas y niños y suponen una re- victimización, impidiéndoles po- der continuar con una vida nor- mal. Y, por supuesto, tener muy presente que si el padre ejerce violencia de género contra la ma- dre éste atenta también directa- mente contra los hijos y el régi- men de visitas debe ser puesto absolutamente en cuestión. ■ NOVIEMBRE 2017 • mama • 41