En los últimos cinco años 23 niños
han muerto y casi 200 han quedado
huérfanos a causa de la violencia de
género. Detrás de esas cifras, histo-
rias de violencia en el hogar que en
muchas ocasiones han sido invisibles
a ojos de la sociedad hasta que han
saltado a los medios; tan invisibles
como lo son las historias de casi un
millón de menores que conviven
cada año con el maltrato físico, psi-
cológico e, incluso, sexual hacia sus
madres y que se sucede día a día de
puertas para dentro.
Historias como la de Natalia C.,
madre de dos hijos de tres y seis
años que desde que se quedó emba-
razada de su primera hija, empezó a
sufrir malos tratos psíquicos con in-
sultos, gritos, amenazas y, dice, “al-
gún vaso de agua tirado a la cara”.
Unos malos tratos que no sólo no
cesaron al nacer su hija sino que em-
pezaron a “ir a más” hasta casi cos-
tarle la vida. “A los dos meses de na-
cer la niña, su padre y yo nos
separamos temporalmente. Él decía
que iba a cambiar y que iba a ir a te-
rapia, así que al poco tiempo volvi-
mos; aunque estábamos juntos, no
vivíamos en la misma casa, y así es-
tuvimos hasta meses antes de que
naciera mi segundo hijo, que fue
cuando decidimos compartir la casa
32
•
mama
de nuevo. Pero ya en el hospital yo
no estaba cómoda porque sabía que
en cualquier momento podría poner-
se nervioso y liarla. El niño fue un
bebé que lloraba mucho y claro, en
casa yo estaba siempre en tensión
para que no se enfadara su padre.
Había noches en las que mi bebé llo-
raba y é l no me dejaba cogerle para
calmarle, tenía que convencerle has-
ta que me lo permitía”, cuenta Nata-
lia, quien no puede olvidar noches
como aquella en la que se enfrentó a
él e hizo el intento de coger al niño
para calmarle el llanto ante lo que su
marido reaccionó rompiendo la cuna
con su hijo dentro; o aquella otra no-
che en la que su pareja les echó de
casa en pijama en pleno invierno.
“Tuve que llamar a su hermano para
que nos llevara a casa de su madre y
tuvimos que dormir allí, sin pañales,
sin muda y sin nada. Su hermano
tuvo que ir a una farmacia de guardia
a comprar pañales y un chupete”, re-
cuerda.
Organizaciones
internacionales
como UNICEF o la Organización de
Naciones Unidas insisten en que los
niños que viven situaciones de vio-
lencia de género en el hogar también
son víctimas de violencia, ya que su-
fren de manera directa las conse-
cuencias tanto físicas como psicoló-
gicas de esa violencia, bien sobre su
Macroencuesta de Violencia
contra la Mujer 2015
Según la 'Macroencuesta de Violencia contra la Mujer' de 2015, rea-
lizada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género,
del total de mujeres con hijos que sufren o han sufrido violencia de
cualquier tipo por parte de sus parejas o exparejas, el 63,6% afirma que
los niños presenciaron o escucharon alguna de esas situaciones violen-
tas. Además, de las mujeres que han contestado que sus hijos presen-
ciaron o escucharon los episodios de violencia, el 92,5% afirma que los
hijos eran menores de 18 años cuando sucedieron los hechos. Y, de las
mujeres que han contestado que sus hijos presenciaron o escucharon
los episodios de violencia de género y que estos hijos eran menores de
18 años cuando sucedieron los hechos, el 64,2% afirma que estos hijos
menores sufrieron a su vez violencia.
• NOVIEMBRE 2017
63,6%
92,5%
De niños presenciaron o
Hijos menores de 18
escucharon alguna
años cuando sucedieron
situación violenta.
los hechos.
64,2%
De hijos menores
sufrieron también su
violencia.