[ UN PROYECTO BAJO EL BRAZO ]
“Otra forma
de jugar,
educar y ver
a nuestra
infancia es
posible”
JUGAR, JUGAR Y JUGAR
Tanto el trabajo de Montserrat en
la academia como el del museo
la llevaron a trabajar con niños
durante muchos años y aprendió
de ellos que se pueden hacer las
cosas de otra manera para desper-
tar su interés y curiosidad: “Hacer
una guía para niños, algunas veces
muy pequeños, en temas tan
complicados como Miguel Servet
(médico renacentista, teólogo,
hereje antitrinitario) me llevó a investigar y leer so-
bre cómo introducir a los niños en la historia, cómo
hacer que un niño se sintiera interesado por un tema
tan ajeno a él. Y aunque no lo parezca, hay una
relación directa con las nuevas formas de pedago-
gía”. Para esta catalana de adopción oscense lo más
importante era que los niños se sintieran a gusto en
el museo, que pudieran interactuar, hablar, pregun-
tar. “Salirse del guión no es nada malo, al contrario,
nunca hay que desechar una pregunta o una ob-
servación de un niño, aunque la pregunta sea “¿por
qué llevas los zapatos rojos?”, como un niño me
preguntó en una ocasión. En una visita al museo los
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mama
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niños tienen que formar parte de
la misma, sentirse parte del museo
y no ser meros espectadores”.
El salto hacia el interés por nue-
vas propuestas de juego era casi
inevitable ya que, según Monse-
rrat, es imposible hablar de nuevas
pedagogías y no hacerlo también
de juego, puesto que está en la
base del aprendizaje. “Siempre he
creído en la necesidad que los niños
tienen de jugar”, opina Montserrat, que ha vivido la
infancia de sus hijos como una etapa llena de juegos,
tanto en casa como en la calle. Y fue esa intuición de
pensar que lo que de verdad tiene que hacer un niño
es jugar,lo que después pudo comprobar en lo que
aprendía sobre nuevas pedagogías. “Al principio me
sorprendió un poco que se hablara de esa necesidad
de jugar como consecuencia de que los niños hoy
en día han perdido espacios físicos, y tiempo para
hacerlo, ocupándolos en otras cosas. Ver cómo hemos
dejado a nuestros niños y niñas con tan poco tiempo
para hacer aquello que de verdad es su tarea, jugar, es
algo que me sobrecoge un poco”.