[ SANA-MENTE ]
S
er madre implica una
gran
responsabilidad.
Todo lo que ocurre con
relación a la maternidad
genera muchas emo-
ciones, a veces tan intensas que
puede costar manejarlas”, asegu-
ra la psicóloga Cristina Castaño,
del espacio de psicología Mientras
Creces. De esa responsabilidad y
de esas emociones, de esa impo-
sibilidad para manejarlas, surge el
eterno sentimiento de culpa de las
madres, un sentimiento que para la
psicóloga Sara Jort viene muy de-
terminado en la sociedad occiden-
tal por la tradición judeo cristiana
imperante, “que tiende a interpre-
tar la realidad a través de la culpa”.
Cuando esa realidad viene mar-
cada por la maternidad, el sen-
timiento de culpa, como explica
la psicóloga perinatal, puede ele-
varse “a la máxima potencia de-
bido a la responsabilidad, la exi-
gencia, el rol de madre entendido
como sacrificio y abnegación o
la presión social”. De forma que
se produce un hecho curioso.
Sentimos culpa cuando creemos
provocar un daño, ya sea por
acción u omisión. Sin embargo,
como argumenta Jort, en el caso
“La maternidad
es una
oportunidad
de crecimiento
personal, y
explorar la
culpa para
liberarse de
ella puede ser
muy revelador
y sanador”
de la maternidad “la intención de
cuidar y proteger a la criatura es
tan clara que la culpa, observada
desde fuera, a menudo tiene “tin-
tes” totalmente irracionales”.
¿Qué desata el sentimiento de
culpa?
El origen del sentimiento de cul-
pa podemos encontrarlo en va-
rios motivos que confluyen en su
desarrollo. Por un lado estaría la
forma en que afrontamos la crian-
za. Según Sara Jort, la maternidad
“entendida como sacrificio o ab-
negación interpreta mucho las vi-
vencias desde la culpa. Una culpa
que además genera “deuda” en
las personas del entorno: “yo dejé
de trabajar por cuidarte”, “así me
agradeces que haga esto por ti...”.
Luego estaría también la au-
toexigencia, las expectativas que
tenemos, el miedo irracional a ha-
cer las cosas mal, el ideal siempre
inalcanzable de la súper madre.
“Cuando surge mucha diferencia
entre lo real y lo que se idealiza
siempre es necesario ajustar las
expectativas de una forma realista
y saber cuáles son las propias limi-
taciones”, afirma Cristina Castaño,
que considera que en general, pero
especialmente en la maternidad,
“es peligroso pensar que se puede
llegar a absolutamente todo o que
se puede con todo”.
En el sentimiento de culpa influ-
ye también el exceso de informa-
ción que marca nuestro día a día.
Impactos informativos muchas
veces contradictorios que nos su-
men en la indefinición, en el eterno
miedo a no estar haciendo bien las
cosas. Mensajes que nos llegan por
MAYO 2017 •
mama
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