MaMa: Llevas en Francia casi diez años. ¿Qué te llevó
hasta allí?
Nazareth: Terminé la carrera en febrero de 2007 y
sentía que como no había hecho ningún Erasmus era
algo que me faltaba. Casi al mismo tiempo vi en una
revista especializada de odontología un anuncio de
una empresa que buscaba dentistas para ir a trabajar
a Francia y, como yo había estudiado francés en el
instituto, había hecho varios intercambios a Francia y
es una cultura que me gusta bastante, me dije “¿por
qué no?”. La idea original era pasar un par de años
aquí, hacer algún máster y luego volverme. Pero me
lié y llevo ya diez años.
MM: Te convertiste en madre en 2013 y has repetido
experiencia en enero de 2016. ¿Te ha resultado o re-
sulta difícil la crianza en Francia, lejos de tu familia?
NE: La verdad es que sí. Los abuelos (y toda la familia
en general) son algo muy importante para nosotros.
Los dos venimos de familias “muy familiares” (valga la
redundancia) y el hecho de no poder estar cerca de
los nuestros se nos hace difícil. Tratamos de ser muy
positivos, ver el lado bueno de las cosas y aprove-
char al máximo la experiencia que nos da este país.
Además, en Francia cada siete semanas de colegio
los niños tienen quince días de vacaciones y procura-
mos bajar a España siempre que podemos. En verano
mandamos a los niños durante el mes de julio a pasar
las vacaciones con los abuelos, y ellos vienen también
de vez en cuando. Es otro tipo de organización, pero
con ganas se saca adelante.
Lo difícil es cuando uno de los peques se pone malo
y los dos estamos trabajando, o querer tener una
noche de cena y peli solo para padres. En esos casos
tenemos unos amigos fantásticos y maravillosos que
MAYO 2017 •
mama
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