Madresfera Magazine 10- Mayo 2017 | Page 48

Cuenta tu biografía, al menos la de la Wikipe- dia, que tras viajar a Londres con 16 años volviste decidida a ser actriz. ¿Qué te aportó aquella experiencia? Fue una experiencia muy buena. Hablamos de hace más de 50 años. España era entonces un país mucho más atrasado que Inglaterra y llegar a Londres fue una sorpresa continua. Todo me sorprendía. Yo era muy pequeña, pero la experiencia me vino muy bien. Siempre me había gustado mucho leer y en Londres no me dejaban leer en castellano, así que me vi obligada a leer en inglés. Una amiga me dijo que por qué no leía obras de teatro, que seguramente me resultaban más sencillas de comprender. Me leí entonces obras de Chéjov, de Ibsen... y decidí que yo quería hacer esos papeles. Cuenta el protagonista de la última novela de David Trueba que cuando le dijo a sus padres que quería ser músico de rock, le contestaron “hijo, nosotros somos gente normal”. ¿Cómo se toma- ron en tu casa esta vocación? Estamos hablando de 1960… Cuando volví de Londres me coloqué en la base de Torrejón de Ardoz y luego en la Embaja- da de Estados Unidos. Diga- mos que estaba bien situada, así que cuando a mis padres les dije que quería ser actriz, se lo tomaron como si les hubiese dicho que los jueves me iba a ir a bailar. Nunca pensaron que fuese a llegar a ser profesional. Cuando quisieron darse cuenta ya estaba tan metida que era tarde para que hiciesen nada por cambiar mi opinión. Pero no, no se lo tomaron mal. ¿Llegar tan lejos? Es difícil hacer una medida. Lo que sé es que estoy contenta estando donde estoy. Pero vaya, yo ni pensaba que iba a llegar a salir en televisión, ni soñaba con que la gente me fuese a conocer por la calle. Eso no estaba en mi cabeza. Yo solo quería subirme al escenario. Has trabajado para algunos de los directores más reconocidos de nuestro cine. Desde Almo- dóvar, a Balagueró pasando por Jaime Rosales, Achero Mañas o Mateo Gil. ¿Serías capaz de elegir entre ellos o como pasa con mamá y papá, los quieres a todos por igual? Con el que más afinidad tengo es con Miguel Albaladejo, con el que rodé ‘Una ciudad para sufrir’, porque fueron casi dos meses juntos. Ahora además trabaja conmigo en ‘La que se avecina’ y le tengo mucho cariño. Digamos que es con el que más me identifico. Con Almodóvar yo siempre digo que he hecho un corto, porque fue un trozo muy pequeño de ‘La mala educación’, por eso no tengo un conocimiento más profundo de él. Con Jaime Rosales disfruté mucho rodando ‘La soledad’. Trabajé muy tranquila con él como director y ahora he repetido en su última pelícu- la. Le gusta mucho la interpre- tación y eso hace el trabajo muy agradable. De todos podría decir algo especial. He tenido mucha suerte con los directores. Como pasa con papá y mamá, con todos muy bien. “Cuando les dije a mis padres que quería ser actriz se lo tomaron como si les hubiese dicho que los jueves quería ir a bailar” El tiempo parece haberte dado la razón en tu decisión. Has participado en algunas de las series más icónicas de la televisión española y también en películas muy reconocidas y premia- das. ¿Esperabas llegar tan lejos cuando soñabas con ser actriz? Yo soñaba con hacer papeles y divertirme mucho. Y eso sí que lo he cumplido porque me he diverti- do mucho haciendo teatro, cine y televisión. 48 • mama • MAYO 2017 Y hoy, con 72 años, sigues al pie del cañón en varias series, entre ellas ‘La que se avecina’. ¿El cine no entiende de jubilación? No, no. Si quieres te puedes jubilar. O te pueden jubilar aunque tú no quieras si no te llaman para ningún papel, pero yo disfruto haciendo lo que hago, teniendo papeles no muy largos en el cine. Y en la televisión estoy muy contenta con ‘La que se avecina’, porque me llevo muy bien con la directora, me lo paso muy bien en el rodaje y me río mucho con los guiones. Así que de momento no me voy a jubilar.