Hemos sido muy poco empáticos, pero creo que eso
se va a ir normalizando a medida que haya más gente
que ha dado el pecho. Hace unos años, si decías “no he
podido dar el pecho” no te decían “sí que lo siento”,
sino “no te preocupes, con el biberón se crían igual”.
Claro, lo decían con buena intención, pero no recono-
cían que había una frustración, un dolor. Como si te
roban el coche y para animarte te dicen “no te preocu-
pes, podrás ir en autobús”.
No sólo el destete precoz e involuntario es doloro-
so. Tras una larga lactancia y
tras un destete que a lo mejor
tú misma buscaste, también
sientes que has perdido algo.
Como sentirás algo cuando tus
hijos vayan a la universidad, o
se marchen de casa. Nuestros
bebés siempre estarán en nues-
tro corazón.
LACTANCIA Y ALIMENTACIÓN
COMPLEMENTARIA
¿Influye la introducción precoz de la alimentación
complementaria en la lactancia materna?
•
mama
• MAYO 2017
Cuando el bebé comienza con la alimentación com-
plementaria a los seis meses, muchos piensan que
la teta ya no es necesaria; que la alimentación com-
plementaria no complementa sino que sustituye a
la lactancia... ¿Por qué es im-
portante continuar con la lac-
tancia materna a demanda?
¿Hasta cuándo?
Es importante continuar la lac-
tancia materna, tal como reco-
miendan la OMS, UNICEF o la
Asociación Española de Pedia-
tría, hasta los dos años o más.
La leche materna sigue siendo
el principal alimento.
Y es importante que sea a de-
manda… como cualquier tipo
de alimento, a cualquier edad
de la vida. Los adultos no co-
memos “cada cuatro horas”.
Comemos cuando nos da la
gana (excepto que compromi-
sos laborales o de otra índole
nos impidan comer durante
ciertas horas). No comemos a
la misma hora el domingo o el
martes, no comemos a la misma
hora en verano o en invierno.
Muchos trabajamos a turnos, o con horarios irregula-
res, y tenemos que cambiar de un día para otro
nuestras horas de comer. Lo normal en la vida es co-
mer “a demanda”, y a nuestros hijos tenemos que
prepararles para la vida.
“Igualar los permisos
de maternidad y
paternidad estaría
muy bien si fueran
dos años para la
madre y dos años
para el padre, pero
cuatro meses y
cuatro meses es un
insulto”
Te hemos leído decir que a
principios del siglo XX el pri-
mer sólido no se introducía
hasta el año y hasta entonces
solo tomaban pecho. Comen-
tas que puede que en aquel
momento fuera lo mejor pero
que es difícil saber el momen-
to perfecto de introducción de
otros alimentos. ¿Cuál es la úl-
tima recomendación al respecto y en qué se basa?
La última recomendación (ESPGHAN, 2017) viene a
ser que bueno, empecemos a los 6 meses, pero que
empezar a los cuatro tampoco es tan terrible. Y se
basa en unos pocos estudios en que parece que em-
pezar a los seis es mejor que a los cuatro, pero tam-
poco hay mucha diferencia, sobre todo en países in-
dustrializados. No tenemos estudios sobre otras
posibles fechas.
40
Cuando el niño empieza a comer otras cosas, evidente-
mente va a tomar menos leche materna. Pero más que
la introducción precoz, lo que va a influir es la introduc-
ción masiva. No es lo mismo el que mordisquea un tro-
zo de pan, que el que se toma una puré de 250 ml.
Aún, también, muchos padres y sanitarios opinan que
“a partir de los seis meses, los niños deben tomar le-
che de continuación”. ¿Qué hay de cierto en esto?
Nada. Ningún niño “debe” tomar leche de continua-
ción. El niño que toma teta, pues sigue con “teta de
continuación”. Y el que toma biberón, a partir de los