[ HISTORIAS PERSONALES ]
la suya y tuve la necesidad de
contar mi experiencia y mis ideas
para solucionar el tema del acoso
escolar”.
Sandra sufrió acoso escolar
durante toda la etapa de EGB
(“Me insultaban, me pegaban, me
tiraban mis cosas personales, me
hacían el vacío… Era un maltrato
físico y psicológico”.), lo que, dice,
la llevó a convertirse en una per-
sona “dura y desconfiada”, muy
insegura, que tuvo pocos amigos:
“Pasé de ser una niña encantado-
ra, gordita y feliz, a una adoles-
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•
mama
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“Hace falta
tener mucha
inteligencia
emocional para
ver y tratar
correctamente
el acoso
escolar”
cente seria y rebelde”. A día de
hoy, afirma que la maternidad le
ha borrado de un plumazo “cual-
quier rastro de inseguridad”.
UNA VIOLENCIA OCULTA
La culpa, la vergüenza y el si-
lencio siempre han sido, y siguen
siendo, los compañeros de viaje
de las víctimas del acoso esco-
lar. En el caso de Sandra, ni sus
padres ni sus profesores eran
conscientes del alcance del acoso
al que estaba sometida. “Me daba
vergüenza y miedo contarlo.
Jamás dije lo que me pasaba con