Un paseo en bici
por Battersea Park
(Londres)
español es muy gratificante. La
mayoría de mis alumnos son per-
sonas que viajan a España de vez
en cuando y que tienen mucho
interés en aprender el idioma.
Están muy motivados y disfruto
mucho dándole clases.
MM: En Londres, por cierto,
abriste tu blog, ‘4 maletas en
Londres’, donde cuentas expe-
riencias tanto de la capital ingle-
sa como de tu paso por Sudáfri-
ca. ¿Qué te llevó a abrirlo?
“Lo que más
me sorprendió
de Sudáfrica
fue ver que
todos los niños
iban descalzos
siempre, una
costumbre
que mis hijas
adoptaron
enseguida”
DG: Abrí mi blog porque es
una forma de seguir trabajan-
do como periodista (mi gran
pasión), y porque es una manera
muy bonita de enseñarle a mis
familiares y amigos los sitios que
voy descubriendo en Londres y los recuerdos que
tengo de Sudáfrica. Al mismo tiempo, cuento mi ex-
periencia como expatriada con la esperanza de poder
ayudar a todas esas personas que están en mi misma
situación o que se están planteando cambiar de país.
MM: ¿Y cómo llevan las peques estos cambios de resi-
dencia? ¡Son ya totalmente unas niñas del mundo!
DG: Mis hijas lo llevan genial, ¡mucho mejor que
yo! Recuerdo que cuando decidimos venirnos a
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mama
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Londres no sabíamos como
decírselo a las niñas, ellas eran
tan felices en Sudáfrica que
no sabíamos cómo se lo iban a
tomar. Las veíamos hablando
zulú con sus amigas, apren-
diendo Afrikáans en el colegio,
totalmente integradas y con-
tentas con aquel estilo de vida…
Pero, antes de comunicárselo al
resto de familia, se lo dijimos. La
mayor enseguida se entusiasmó
con la idea, y la pequeña se que-
dó pensando unos segundos y
dijo: “vale, nos vamos a Londres,
¡pero yo después quiero vivir en
China!”
MM: ¿Os quedáis ya en Londres
o seguís abiertos a ver mundo y
vivir en otras ciudades?
DG: Eso nunca se sabe. Hoy por hoy te diría que
aquí nos queda una temporada muy larga pero no
puedo asegurarlo. La vida da muchas vueltas…
MM: Y ya para terminar, de volver a España imagino
que por lo pronto ni hablamos, ¿no?
DG: Me encantaría, pero no, no hay ningún proyecto
de volver ni a corto ni a largo plazo, aunque soñar es
gratis y, ¿quién sabe lo que nos depara el destino? ■