Madresfera Magazine 09- Marzo 2017 | Page 11

[ EL POST DEL MES ] no han funcionado, aceptar que se han equivocado, que nos hemos equivocado, y que no es “malo”, sino que es la manera (sí, la manera) de crecer como sociedad, como personas. El error no es un problema, es una enseñanza y un aprendizaje. Abordar la infancia desde el respeto que merece debería ser una de las primeras cosas que nos replanteáramos. Porque sí, está claro que el niño tiene que aprender a aprender. Pero el adulto tiene que aprender a enseñar. Y ya no hablo de que la educación que reciba el niño sea Montessori o no. Más bien hablo de un principio, de un derecho y de una necesidad en el ser humano desde el momento de su nacimiento. Y, por supuesto, es una tarea muy dura empezar ese cambio. Un cambio que requiere constancia, consciencia y todo nuestro respeto. No solo con nosotros mismos, sino también con los demás. La cuestión es que actualmente es difícil poder conectar con una sociedad “estancada” en cuanto al entendimiento de la infancia se refiere. Pero es porque cada uno de nosotros llevamos nuestra mochila a cuestas, esa mochila de aprendizajes, de tradiciones, de ideas donde nos dijeron qué era lo correcto. Con respecto a eso os lanzo esta pregunta: ¿Por qué no ponerlo en duda? ¿Realmente funciona? Y entonces alguien me dirá: “Tan mal no hemos salido”. Y yo le preguntaré: ¿podría haber sido mejor cuando eras pequeño/a? ¿Podrían haberte abrazado cuando llorabas desconsoladamente y encima te gritaban y te decían “te has portado muy mal, eres un niño malo”? ¿Podrían haberse ahorrado palabras como “qué antipatico/a” cuando un día no quisiste darle un beso a un familiar? ¿Podrían haberse ahorrado esa palmada en el culo cuando tú querías coger aquella cosa que tanto te gustaba? ¿Podrían haber intentado enseñarte que no se quitan las cosas sin quitarte a ti mismo la que llevabas en la mano en ese momento? ¿Podrían? Pongámonos en sus zapatos... Pongámonos nuestros zapatos del pasado porque a ti como adulto, ¿cómo te gustaría que te tratasen en tu trabajo, que tratasen a tus amigos, tu familia... tus hijos? ¿Cómo crees que merecemos ser tratados? ¿Con dictaduras? ¿Con autoridad? ¿O quizás prefieres más la comprensión, la empatia y el diálogo? Ahora se empiezan a escuchar de una manera muy poderosa propuestas educativas totalmente contrarias a lo que llamamos “educación tradicional” y al mismo tiempo totalmente conectadas a la infancia. Donde se tiene en cuenta al niño y sus necesidades de vida según va creciendo. MARZO 2017 • mama • 11