Madresfera Magazine 09- Marzo 2017 | Page 104

MADREPEDIA E Galactagogo l término galactagogo es uno de los muchos neologismos surgidos en el siglo XIX, una época en la que los avances médicos y científicos fueron tantos que estas disciplinas se encontraron sin palabras para explicar la nueva y compleja realidad. Para dar forma a esos nuevos términos, los médicos y los científicos de la época, muy familiarizados con las lenguas clásicas (latín y griego), utilizaron la composición propia del lenguaje científico griego, que además era una seña de distinción para los nuevos conceptos, a los que dotaban de un aura de prestigio. Un ejemplo claro de esta tendencia es la palabra galactagogo, que surge de la unión del prefijo griego galakt(o)-, cuyo significado es leche, y del sufijo también griego 104 • mama • MARZO 2 0 1 7 -agōg(ós), que hace referencia a “que provoca” o “que hace expulsar”. El resultado de la unión de ambos es un adjetivo que significa “que aumenta la secreción de leche”; y un nombre masculino que se refiere a las sustancias que tienen esa característica. La primera referencia documentada al término consta en inglés y data de 1854. Aunque la palabra es relativamente reciente, los galactagogos existen desde tiempos inmemoriales, ya que todas las culturas y países atribuyen a determinados alimentos y hierbas la propiedad de aumentar la pruducción de leche materna. Sin embargo, la evidencia científica demuestra que todos ellos no son más que mitos, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días, y que, en algunos casos, pueden ser incluso peligrosos para la madre y para el bebé. El desarrollo farmacéutico también ha conllevado la aparición de los conocidos como galactagogos sintéticos, que al tratarse de medicamentos deben ser consumidos únicamente por prescripción médica y solo en caso de verdadera hipogalactia. Como explica Alba Padró, asesora de lactancia e IBCLC, muchos de estos fármacos no fueron concebidos en un principio para tal fin. El ejemplo más llamativo es el de un antidepresivo y antipsicótico que fue recetado a un grupo de hombres en una cárcel de Estados Unidos. Todos ellos empezaron a sufrir galactorrea (producción de leche) como efecto secundario del medicamento.