Madresfera Magazine 08- Enero 2017 | Page 32

Rafaela López , fundadora en 2004 del foro de información y apoyo a familias sobre sueño del bebé y el niño pequeño dormirsinllorar . com y coautora de la obra ‘ Dormir sin llorar ’ ( Ed . Obstare , 2014 ), añade que el mayor peligro de estos métodos “ es la ruptura de la comunicación entre los padres y el hijo ” ya que , en su opinión , “ para dejar llorar al bebé hasta el agotamiento es necesaria una desconexión emocional severa . Los métodos que usan la desatención del llanto tratan de aumentar la tolerancia de los padres al llanto de su propio hijo ; al bebé no se le está enseñando nada , el adiestramiento se está aplicando a los padres para que no respondan al instinto de atenderlo ”.
Por último , el neuropsicólogo cree que el error habitual es pensar que es cuestión de elegir entre dejar al niño llorar o colechar , y considera que más allá de esta dicotomía se debe aplicar el sentido común y adaptar las circunstancias

“ Los estudios recientes publicados en los que se dice que el colecho es una práctica arriesgada tienen deficiencias metodológicas importantes ” a cada caso . “ Yo diría a los padres que han optado en el pasado por métodos de entrenamiento para dormir que no deben sentirse mal si los han practicado , porque no creemos que los efectos sean graves , y a los padres que no han optado todavía por este tipo de entrenamientos que no los practiquen , simplemente porque hay otras estrategias mejores para el niño ”, concluye .

COMPARTIR LA CAMA DE LOS PADRES
Según un estudio publicado en 1999 en JAMA Pediatrics , ‘ Sleep Practices and Problems in Young Children in Japan and the United States ’, las diferencias culturales podrían influir en la relación entre las prácticas del sueño y los “ problemas ” asociados a éste . Los autores encontraron en el estudio que la experiencia de las familias japonesas , comunidad en la que lo

¿ Cuándo hablar de un trastorno del sueño ?

Más allá del desarrollo normal del sueño de un bebé o niño , de los despertares nocturnos fisiológicos o de las horas que éste necesite a nivel individual , puede haber factores que nos alerten de que puede existir un trastorno de sueño en el niño . ¿ Cómo saberlo ? Para María Berrozpe prestando atención a dos cuestiones principalmente : “ Cuando el niño manifiesta problemas durante la vigilia que hacen evidente que no duerme bien ( cansancio , mal humor , etc .) o cuando su dinámica de sueño interfiere seriamente con la del resto de la familia , especialmente su cuidador principal , el cual puede llegar a manifestar verdaderos problemas de salud debido a la falta de sueño ”.
En el último caso , Berrozpe considera que “ es evidente que hay un problema que solucionar ” porque el problema es a nivel de coordinación familiar , para lo cual “ existen soluciones respetuosas con las necesidades del niño y las de su cuidador principal para conseguir que ambos duerman lo que necesitan ”.
Otros signos que pueden alertar a los padres son : despertares numerosos a partir del primer año ( más de diez durante la noche ), ronquidos o respiración dificultosa ( apneas del sueño , amígdalas o vegetaciones más grandes ) y , por último , parasomnias ( terrores nocturnos , pesadillas , sonambulismo ). En definitiva , eventos anormales durante la noche .
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