Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 53

N PORTA E DA ORME I NF iba bien. Yo a ellas no las veía ni las notaba. No hacían nada que pudiera desconcentrarme. * casi 6 cm. Me dio un subidón enorme. No me lo podía creer. Me propusieron ir a la bañera y, aunque me resistí un poco porque no me apetecía mojarme, al final accedí. Y menos mal, porque fue una pasada. El dolor se mitigó muchísimo e incluso llegué a dormirme entre contracciones. De repente me desperté y sentí la necesidad de empujar. Decidí entonces salir de la bañera. Sobre las 6:00h, empujando sobre la cama a cuatro patas, las contracciones eran seguidísimas y no me dejaban descansar un poco. Estaba agotada y empecé a llorar, a decir que no podía más, que eso era insoportable. Las matronas vieron que en la cama los pujos no eran efectivos y me propusieron ponerme de pie, así que probé de pie apoyada en el borde de la cama y noté que algo cambiaba, los pujos eran más efectivos. Detrás de mí sentados estaban mis hijas y mi marido. Un pujo más y mis hijas gritaron: “¡Vamos mamá que se ve la cabecita!”. Ahí sentía que me quemaba y traté de empujar hacia adentro, pero no había marcha atrás. Lloré mientras decía que me dolía mucho. Un pujo más y salió la cabeza y al siguiente El parto en casa está muy mitificado. Se cree que todos son iguales, que en todos tiene que haber velas, música, infusiones, incienso, batido con placenta… Y no es así. En mi caso no hubo nada de eso porque no iba conmigo. No son hábitos que formen parte de mi día a día. No soy una persona espiritual, así que mi parto fue sencillito; como es mi vida, sin ornamentos. Por supuesto respeto las decisiones de todas las mujeres a la hora de parir, siempre que no pongan en peligro su vida o la de su bebé. * pujo se oyó el plof de la bolsa al romperse y a Marieta y a Lorena, las matronas, diciéndome que lo cogiera. Lo cogí y estaba tan calentito y resbaladizo… Eran las 6:53h del jueves 14 de abril. Me tumbé en la cama rodeada de mis hijas y de mi marido. No me lo podía creer. ¡Lo había hecho yo sola! Me sentía tan poderosa. * Me da pena no haber podido vivir mis dos partos anteriores de esa manera. Debería ser posible vivir un parto así en cualquier hospital, ya que hay mujeres que se sienten más seguras allí pero desean un parto no medicalizado y mínimamente intervenido. Lo que más me gustó fue la sensación de estar pariendo sola, pero sintiéndome segura porque mis matronas estaban ahí supervisando que todo No podría volver a parir en un hospital. Y si tuviera que hacerlo buscaría uno que siguiera las recomendaciones de la “Guía de la práctica clínica sobre la atención al parto normal” del Ministerio de Sanidad. Parir en casa debería ser una opción cubierta por la seguridad social, como ocurre en otros países europeos. * A una mujer que se está planteando dar a luz en casa le recomendaría que se informe mucho porque hay que estar preparada para parir en casa. Es importante conocer muy bien el proceso de un parto para no tener miedo. La presión social es muy fuerte y la gente tiene la fea costumbre de trasladarte sus miedos. Y también que busque un equipo con buenas referencias, con buenas estadísticas y respetuoso. Porque, como en todo, no es oro todo lo que reluce y hay casos de partos en casa no respetados o excesivamente intervenidos. ■ NOVIEMBRE 2016 • mama • 53