Así que ese protagonismo que cogimos los profesionales hay que
devolvérselo a las mujeres, porque a nosotros no nos toca y hemos conseguido que las mujeres
pierdan la confianza en ellas mismas, en que su cuerpo está preparado y pueden hacerlo”, afirma
Soledad.
Países en los que se ofrece y se subsidia
el parto en casa
HUMANIZAR Y DOMICIALIZAR EL
PARTO HOSPITALARIO
En el año 2007 el Ministerio de Sanidad publicaba la Estrategia de
Atención al Parto Normal en el Sistema Nacional de Salud. En este documento se detallaban diversas recomendaciones para la asistencia de
un parto normal, cuya aplicación en
los hospitales españoles no está
siendo uniforme y dista mucho en
función de uno u otro.
“Existen algunos hospitales en España que tienen espacios para partos de baja o nula intervención,
acompañados por matronas, en
donde la familia puede llevar objetos
personales y crear un ambiente confortable, no es la casa pero se intenta que se parezca”, asegura Anabel
Carabantes. Para Inma Marcos, el
mejor parto respetado y natural en
hospital “no será nunca como un
parto en casa”, porque desde su experiencia parir en casa “es como entrar en otra dimensión”: “En el hospital, yo llevaría un uniforme que me
daría autoridad sobre la mujer. La
pareja estaría en un lugar que no les
es familiar donde existen unas normas y unos protocolos y una manera
de hacer las cosas. No depende de
ellos como vayan las cosas”.
Pese a ello, y pese a que algunos
hospitales siguen llevando a cabo
prácticas rutinarias que se han demostrado ineficaces o peligrosas, y
que en muchas ocasiones se aplican
en contra de las evidencias científicas, otros centros como los de Torrejón y Rey Juan Carlos de Móstoles en
Madrid o el de La Plana en Castellón
están dando pasos desde hace años
para devolver a la mujer su autonomía en el proceso de parto, conseguir
un ambiente más domiciliario y promover un menor intervencionismo y
medicalización. Justo lo que las mujeres consiguen planificando su parto
en casa. “De esta forma garantizaremos toda la seguridad que pueda
ofrecer un parto hospitalario en
cuanto a indicadores de calidad asistenciales, pero también sin menos-
preciar esa autonomía, favoreciendo
que las mujeres cada vez estén más
empoderadas y sean ellas mismas las
que dirijan su proceso”, explica Soledad Carreguí, responsable del Hospital de La Plana, en cuyo servicio de
partos están introduciendo continuas
medidas en pos de la humanización
del parto desde el año 2000.
Para Carreguí, “cualquier parto debería ser humanizado”, ya sea de riesgo, instrumental o con cesárea. En el
caso de un parto normal y de bajo
riesgo, tener un parto mínimamente
intervenido, manejado desde la fisiología, “evita toda la iatrogenia que
viene generada por toda una serie de
intervenciones que muchas veces son
NOVIEMBRE 2016 •
mama
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