Madresfera Magazine 05 - Julio 2016 | Page 79

[ SALUD ] L a versión cefálica externa, que es segura tanto para la madre como para el hijo, es recomendada tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por la comunidad científica, por lo que son ya muchos hospitales los que la practican. El Doctor Jorge Burgos, miembro del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Cruces y de la Junta Directiva de la Sección de Medicina Perinatal de la SEGO, lleva trabajando en el campo de la versión cefálica externa y el parto de nalgas desde el año 2002. Durante estos 14 años han realizado más de 2.100 versiones y fruto de su actividad científica, el equipo de este hospital ha presentado 4 tesis doctorales, ha publicado más de 10 artículos en revistas internacionales y ha ofrecido numerosas comunicaciones tanto a Congresos Nacionales como Internacionales. Pero ¿en qué consiste exactamente la versión cefálica externa (VCE)? El Doctor Burgos nos explica que simplemente es una técnica manual que “modifica la presentación fetal a cefálica” y añade que, “aunque la indicación más frecuente es cuando el bebé se encuentra de nalgas, también se realiza cuando está en presentación transversa u oblicua”. Esta maniobra, conocida desde tiempos de Hipócrates, ha tenido diferentes periodos en función del conocimiento científico de la época y los medios técnicos en obstetricia, según nos cuenta Burgos. En nuestro país cayó en desuso pero “gracias a las numerosas publicaciones en el campo y al empuje de las sociedades científicas se ha implantado en muchos centros de España”. Lo primero que Nerea valoró cuando su ginecólogo le propuso intentar una VCE fue conocer todos los datos que éste pudiera darle al respecto: información sobre la maniobra, evidencias científicas, tasa de éxito, posibles riesgos para el bebé… “Todo parecía muy sencillo de hacer y la tasa de éxito bastante alta (un 60%), así que tenía que intentarlo. También lo consulté con mi matrona y ella, que conocía la experiencia en este campo de mi médico, me animó a que lo intentara. Para mí la cesárea era la última opción”. Pese a las recomendaciones favorables por parte de ambos expertos, Nerea quiso conocer la experiencia personal de mujeres que habían pasado por ello y buscó a través de internet historias acerca de la VCE. “También me llegó información sobre prácticas alternativas para intentar girar al bebé, como maxiobustión, homeopatía y pseudociencias en las que no creo, así que ni siquiera me planteé recurrir a ellas”, afirma. Semana 37 En base a las evidencias científicas, el Doctor Jorge Burgos explica que no se recomienda realizar la maniobra antes de la semana 37 por dos motivos: “Uno, porque aunque la tasa de éxito antes es un poco más alta, la tasa de reversión (fetos que vuelven a estar de nalgas) también es más alta, por lo que al final el resultado es el mismo. Por otro lado, existe un riesgo bajo, aproximadamente de un 1%, de que tras la maniobra termine el embarazo y si esto se produce por debajo de la semana 37 el feto tendrá mayor riesgo de sufrir dificultades para la adaptación a la vida extrauterina”. El miembro del equipo de Ginecólogía del Hospital Universitario Cruces insiste en que dado que no tiene ningún beneficio hacerla antes de la semana 37 lo recomendable es realizarla a término pero apunta que “no debe retrasarse demasiado” ya que a medida que el embarazo se acerca a la semana 40 “es más probable que la mujer se ponga de parto y por tanto pierda la posibilidad de realizar la versión”. JULIO 2016 • mama • 79