Madresfera Magazine 05 - Julio 2016 | Page 61

[ BLOGUEROS EXPATRIADOS ] Catalana de nacimiento, te fuiste a Chile por un año y ya llevas más de una década allí. ¿Tan a gusto te encuentras? ¿Por qué te has quedado? No se lo digas a nadie, pero yo haría las maletas y me iría mañana. Barcelona es mi debilidad, es una ciudad que me tiene enamorada desde siempre, y la echo mucho de menos. Me quedé porque me casé y tengo marido y dos hijas chilenas. Mudar a toda la familia, con una crisis de por medio, no es nada fácil, pero también tengo que reconocer que Chile me ha dado la oportunidad (rara aquí) de trabajar medio día con horario flexible, y así poder estar las tardes con mis hijas, poder ir a buscarlas al colegio. Trabajo cerca de donde vivo y tengo la fortuna de poder ir caminando. ¿Por qué dejaste España? Dejé España para vivir una aventura laboral y personal. Me venía por un año, algo que me repetía continuamente, pero no lo cumplí. Siempre lo vi como algo temporal y siento que la adaptación fue mucho más lenta porque siempre tengo en la mente la idea de volver. Mi familia y mis amigos ya no me creen cuando digo que cualquier día me vuelvo, pero es cierto que un día de estos espero sorprenderles. ¿Qué ha sido lo más difícil a lo que te has enfrentado en Chile hasta ahora? Estar lejos de personas que son importantes para mí en momentos clave. En bodas, en nacimientos, cuando un familiar está enfermo. 13.000km son muchos, uno no puede coger un avión de un día para otro. Son muchas horas de vuelo, son muy caros los billetes, y aquí solo tienes 15 días al año de vacaciones. Millones de veces he pensado que “ojalá pudiera irme por un fin de semana” para acompañar a una amiga en su boda, para conocer a un bebé, para abrazar a un amigo que lo esté pasando mal o para visitar a un familiar enfermo. Pero no se puede y asimilarlo no es nada fácil. Ni para mí, ni para los que están allí. ¿Ha sido muy complicado integrarte en otra cultura y otro país? Siempre digo que al hablar el mismo idioma en teoría debería ser todo más fácil, pero el chileno tiene sus “chilenismos” y cuando te hablan rápido no te enteras de nada. Más allá de eso, y habiendo aprendido a hablar en chileno a la perfección, lo que más me costó fue integrarme en los grupos de amigos. Aquí está muy marcado los que son amigos del colegio, de la universidad, son grupos que se reúnen entre ellos, y entrar en uno de esos grupos no es fácil. El primer año me sentía muy desplazada porque aunque mi entonces pareja fuera chileno, no me aceptaban como una más del grupo con tanta facilidad y me tuve que buscar mis propios grupos yo sola. También es verdad que como yo pensaba que me JULIO 2016 • mama • 61