Madresfera Magazine 05 - Julio 2016 | Page 26

[ HISTORIAS PERSONALES ] le siempre que sus padres son “igual de válidos que los de los demás”. En ese sentido, considera que la información al respecto de su situación ya sea en el cole, en el parque, con sus compañeros o con los padres de sus amigos son la llave para normalizar su ceguera. Pero, ¿es más difícil la crianza de un niño en un caso así o es una cuestión de actitud? Nuria se decanta por la segunda respuesta y afirma que no ha sentido, al menos hasta el momento, que para ella haya sido más complicado criar a su hijo de lo que puede suponer la crianza de un niño para cualquiera de nosotros. “Habrá momentos en los que nos las tendremos que in geniar de maneras distintas a la mayoría de padres, pero nos apañaremos igual. De hecho ya tenemos pensado cómo nos iremos organizando en el cole en el momento que empiece a necesitar libros o material de texto: pediremos un formato electrónico y si no, buscaremos si se vende el ebook, lo escanearemos o incluso nos informaremos de si la ONCE lo tiene en braille. La cuestión es tener todo previsto para poder ayudar a Eric en el momento que lo necesite”. “Habrá momentos en los que nos las tendremos que ingeniar de maneras distintas a la mayoría de padres, pero nos apañaremos igual” Su día a día podría ser un calco de cualquiera de nuestras semanas: Nuria se levanta a las 06:20, se arregla y se va a trabajar acompañada de Bella. Antes se despide, sin hacer mucho ruido, de padre e hijo, que aún podrán dormir un ratito más. Es Juanjo quien arregla a Eric, le da el desayuno y lo deja en la guardería a eso de las 8 y media de la mañana tras lo que emprende su camino al trabajo acompañado de su inseparable Whost. Al mediodía, sobre las 3, Nuria recogerá al pequeño vikingo a quien porteará hasta casa en el autobús. “Por la tarde jugamos, le doy la merienda y, 26 • mama • JULIO 2016 cuando quiere, ponemos Pocoyó y la Patrulla Canina. ¡Le encantan! A veces hace una siesta en la butaca encima mía y yo aprovecho ese momento para disfrutar de alguna serie de Netflix (es mi momento friki del día)”. Después de la siesta, muchos días se acercan a ver a los abuelos y, cuando llega Juanjo pasadas las 7 de la tarde, toca baño, pijama, cena y a dormir. “Muchas veces le duerme su papi, es su momento papá-hijo”. Dice Nuria que el mayor reto al que se han enfrentado en la crianza de su hijo es al de no perder la paciencia. “Creo que, tanto para Juanjo como para mí, es importante no perder los nervios y hacer acopio de paciencia con el tema de enseñarle que las cosas no se tiran al suelo, especialmente la comida y el agua. Supongo que aquí tenemos un plus de dificultad al ser ciegos para encontrar lo que tira y en ocasiones tener que limpiar el estropicio. Y cuando ya se lo has repetido infinidad de veces, es tarde, estás cansado y vuelve a liarla… es muy difícil lo de acordarse de contar hasta 10 sin alzar la voz o dar un grito de frustración. Realmente llevo muy mal cuando pierdo la paciencia porque sé que es un niño pequeño”. Aunque parezca sorprendente (y ciertamente lo es), Eric ha parecido captar rápido la deficiencia visual de sus padres. “Con 8 o 9 meses cuando quería algo ya nos cogía la mano y nos la acercaba al objeto que quería. A todo el mundo le impresionaba, y le sigue impresionando, ver esto”. Ahora, Eric, ya empieza a expresar algo más lo que ve y a ser los ojos de sus padres: “¡Es algo que le sale tan natural! Yo misma me maravillo. Cuando vamos por la