Madresfera Magazine 04- Mayo 2016 | Page 32

C on toda probabilidad, una de cada cuatro mujeres nacidas en 1975 no tendrán hijos cuando alcancen el medio siglo de vida. De ellas, sólo el 5% no será madre por decisión propia, el 2% por problemas de infertilidad y el resto, más del 90%, debido a las condiciones económicas y conyugales y al retraso en la edad de la primera maternidad, fijada en la actualidad en más de 30 años de media según los datos del INE. “Es un tema que debería preocupar al Gobierno y a la población en general. No tanto pensando en el estado del bienestar del futuro como en las mujeres, hombres y parejas que han querido tener hijos y no han podido porque las circunstancias personales y económicas que tuvieron cuando tenían la mejor edad para tenerlos no les acompañaron”, sostiene Albert Esteve, director del estudio. ¿Y qué factores han podido llevar a la sociedad española a alcanzar unas cifras de infecundidad sin parangón en nuestra historia? Para el miembro del Centro de Estudios Demográficos existen una multiplicidad de causas que acaban confluyendo: “Está claro que no hay ayudas a la maternidad que permitan a las madres y padres reducir los costes de la reproducción. La crisis también ha frenado la recuperación de la fecundidad que empezaba a notarse a finales de 2007. Luego existen muchas mujeres y hombres en edad de ser padres que no tienen pareja estable. Y también hay un cambio de valores hacia un mayor individualismo. Al final es la suma de éstos y de otros muchos factores”. 32 • mama • MAYO 2016 Los datos del INE son demoledores: En 1975 la edad media de la primera maternidad se situaba en 25 años, 5 menos que en la actualidad. En 2014 el índice de fecundidad quedó fijado en 1,32 hijos por madre, muy lejos de los 2,8 de 1975. En 2014, la tasa bruta de natalidad se quedó en apenas 9 nacidos por cada mil habitantes, justo la mitad de la cifra de hace ahora 40 años. Por último y como dato clarificador del retraso de la maternidad, según el INE, en 2014 nacieron más niños de madres de 37 años que de mujeres con 25, 26 o 27 años, algo impensable hace cuatro décadas. “Uno de los factores que influye directamente en la necesidad de técnicas de reproducción asistida es el atraso de la maternidad”, explica “Una de cada cuatro mujeres nacidas en 1975 no tendrán hijos cuando alcancen el medio siglo de vida” el Doctor Juan Antonio García Velasco, director de IVI Madrid. A mayor edad de la mujer, mayores dificultades para lograr gestación, “sobre todo a partir de los 35 años”. El hecho de que las mujeres sean madres cada vez a una edad más tardía, ocasionará de forma inevitable en algunos casos, como afirma el doctor, “ciertos problemas de fertilidad”. El análisis lo corroboran desde la Sociedad Española de Fertilidad (SEF): “Se estima que la fertilidad empieza a disminuir a partir de los 35 años, siendo este descenso mucho más acusado a partir de los 40 años. El hecho de que la edad para tener el primer hijo ya esté por encima de los 30 años pone de manifiesto que empezamos muy tarde a buscar el embarazo y que por tanto cada vez más mujeres o parejas entrarán en una edad comprometida en la que su fertilidad estará mermada y que por ello van a requerir de la ayuda de los tratamientos de reproducción asistida con mayor frecuencia”. Las cifras también dan fe de ello: en 2015, el Grupo IVI realizó más de 36.600 tratamientos de reproducción asistida –un 5% más que en 2014- para mujeres de una edad media de 38,4 años, edad que “año tras año se va atrasando progresivamente”. Tanto es así que, según datos del Instituto Valenciano de la Infertilidad, en 2015, 700 mujeres congelaron sus óvulos para retrasar su maternidad, “un 65% más que el año anterior”, una demanda que crece exponencialmente a la par que se extiende el conocimiento acerca de la técnica de preservación de la fertilidad. Los datos del IVI corroboran una vez más las estadísticas del INE sobre el retraso sistemático de la maternidad: El número de mujeres embarazadas a los 40 años en 2014 fue justo el doble que a inicios del siglo XXI. Más allá de la edad La infertilidad, sin embargo, no es cosa únicamente de la edad. Así lo refrenda Helena Fernández Monte-