Madresfera Magazine 03- Marzo 2016 | Page 94

MADREPEDIA Meconio La palabra meconio encuentra sus raíces en el latín meconium, cuyo significado original, aún vigente y reconocido por la RAE, hace referencia “en farmacia, al jugo que se saca de las cabezas de las adormideras”, nombre que agrupa a varias plantas que producen un líquido del que se obtienen medicamentos y drogas con gran impacto sobre el sistema nervioso. Véase la metadona, la morfina o la codeína. El significado primitivo de la palabra meconio ya aparece documentado en los escritos del pensador griego Aristóteles, allá por el siglo IV a.C. La segunda acepción del término admitida por la RAE, utilizada a causa de su parecido visual con el líquido de las adormideras, hace referencia al “primer excremento de los niños recién nacidos”. La primera 94 • mama • MARZO 2016 mención al meconio con este significado se encuentra en los escritos del médico griego Hipócrates de Cos, fechados en el siglo V a.C. Según algunas fuentes la primera aparición del vocablo en francés, méconium, data de 1549 y en inglés, meconium, de 1706. En España el término apareció por primera vez en 1787 en el ‘Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana’, de Estebán de Terreros y Pando. Su entrada en el diccionario de la RAE data de 1803. El meconio, común a todos los mamíferos, es un líquido verdoso oscuro y de textura viscosa que contiene una mezcla de secreciones hepáticas y estomacales, así como restos del líquido amniótico. La medicina empezó a mostrar interés por la presencia del meconio en el líquido amniótico desde que Aristóteles reflejase en un escrito la relación entre la tinción por meconio del líquido amniótico y un estado de sueño fetal o de depresión neonatal del recién nacido. A veces, por regla general cuando los bebés están bajo estrés por no estar recibiendo suficiente sangre y oxígeno, estos expulsan heces (meconio) mientras aún están dentro del útero. El Síndrome aspiración de meconio hace referencia precisamente a esta afección grave producida al haber aspirado hacia los pulmones un recién nacido la mezcla de meconio y líquido amniótico. En la mayoría de los casos, el pronóstico de la afección, que puede causar problemas respiratorios en los recién nacidos, es excelente y no hay efectos para la salud del bebé.