[ UN PROYECTO BAJO EL BRAZO ]
A
“Las madres
necesitamos
“tribu” para
compartir y
aprender de
otras mujeres”
segura Maca que la
maternidad le hizo
madurar “y ver la vida
de otra forma”. Esta
madrileña de 23 años
fue madre con 19, “demasiado
joven para algunos” aunque a
ella no le ha impedido disfrutar
de la experiencia. A pesar de
que en un primer momento fue
duro por la incomprensión de
su entorno, no sólo no se ha
arrepentido nunca de su decisión, sino que, además, afirma
que es lo mejor que ha hecho
en la vida. “Yo siempre digo
que somos igual de primerizas con 20 que con 30,
no es la edad lo que importa sino la persona que
eres”, reflexiona.
la teta y listo, pero la lactancia
materna es todo un mundo tanto
en sus aspectos físicos como
emocionales”. Cuenta que su
lactancia se desarrolló con total
normalidad, “tan sólo alguna
obstrucción o perla de leche
como ‘dificultades’ más comunes”, pero Maca explica que lo
peor fue sufrir la agitación por
amamantamiento, un aspecto de
la lactancia materna muy poco
conocido que se suele dar en
mamás que llevan mucho tiempo
lactando o que lo hacen en tándem. Lo esencial, dice Maca, es
no sentirnos culpables “porque no es que rechacemos a nuestro hijo sino que son nuestras hormonas
las que rompen filas”.
Macarena Ruiz es asesora de lactancia formada en
la primera promoción organizada por Edulacta, en
Teta e Coliño y en la UNED. Comenzó a interesarse
por la lactancia materna cuando nació su hija Amaya: “Buscaba siempre información y cuanto más leía
sobre el tema más me gustaba. Antes de ser madre
pensaba que esto consistía en ponerse un bebé a
Maca destaca en sus declar 6