[ CULTURETA ]
Pioneras en la
lucha por la
igualdad
POR
ADRIÁN CORDELLAT
Desde el pasado 1 de diciembre y hasta el 27 de
marzo, la Residencia de Estudiantes (Calle Pinar
21-23 de Madrid) acoge una exposición que
conmemora el centenario de la Residencia de
Señoritas, una institución que agrupó en su seno
a mujeres revolucionarias para su época que
marcaron el camino en la lucha por la igualdad.
E
l 13 de enero, en el discurso con el que estrenaba su nombramiento como presidente del
Congreso de los diputados, el socialista Patxi
López tuvo unas palabras de recuerdo para la
política española Clara Campoamor (Madrid,
1888 – Lausana, 1972), “que luchó para abrir la puerta de
este hemiciclo a media España marginada. A las mujeres”. Ése fue uno de los grandes hitos de una mujer que
se reveló contra su tiempo e impulsó el sufragio femenino en España, logrado en el año 1931 y ejercido por primera vez en 1933: “Sólo hay una cosa que hace un sexo
solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común,
y no podéis venir aquí vosotros (los hombres) a legislar, a
votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza
humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de
nosotras”. Poco más tarde, la Guerra Civil la obligaría a
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mama
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exiliarse. Primero en Buenos Aires. Luego en Suiza. Sólo
volvió a España, donde estaba procesada por su pertenencia a una logia masónica, una vez fallecida.
Clara Campoamor fue uno de los grandes nombres
asociados a la Residencia de Señoritas, el centro creado
en 1915 para fomentar la educación superior de la mujer
e inspirado en la Institución Libre de Enseñanza (ILE).
Allí actuó como cooperante y dio clases magistrales y
conferencias a alumnas de la talla de Zenobia Camprubí,
Victoria Kent, Josefina Carabias, María Moliner o María
Zambrano. Todo bajo la supervisión de María de Maetzu, directora de la institución, que desde el principio
dejó claro qué pretendía con la residencia: “No quiero
ni un casino de intelectuales ni un plantel de sufragistas.
Deseo una casa de muchachas aplicadas al estudio. Es
compatible la elevación intelectual con el mantenimiento