ofrece como “solución” el sacaleches”, argumenta Elisa Medina.
realmente en un bebé para el que la
Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda seis meses de
lactancia materna exclusiva y complementada con otros alimentos durante dos años o más.
“Atendiendo a la doctrina de nuestro Tribunal Constitucional, la igualdad material supone la aplicación
de distintas consecuencias jurídicas a situaciones o supuestos de hecho que no sean iguales. La diferencia biológica implica que solo las
madres podemos amamantar, y
siendo el amamantamiento el medio
idóneo de alimentación y cuidado
de los niños en la primera etapa de
sus vidas, parece lógico tenerla en
consideración antes de llevar a
cabo reformas legislativas en la regulación actual de los permisos de
maternidad y paternidad”, reflexiona Elisa Medina, socia fundadora de
Mammalia, asociación para la normalización de la lactancia materna.
CONCILIACIÓN Y LACTANCIA
MATERNA
Es inevitable pensar en la lactancia materna cuando hablamos de
conciliación porque ambas están
22
•
mama
• FEBRERO 2016
Las madres
deben poder
decidir
amamantar o no
a sus hijos y los
gobiernos deben
proteger este
derecho
estrechamente relacionadas. En
ese sentido, la protección legal de
la maternidad en España no contempla, entre otras cosas, las recomendaciones de la OMS sobre alimentación infantil en los primeros
años de vida. Tampoco las necesidades de madre e hijo o el derecho
de las madres a amamantar. “Se
desconocen, en general, las recomendaciones sobre lactancia materna y los poderes públicos no son
una excepción. Con frecuencia se
transmite información sesgada o
errónea y a la madre que, llegado el
-prematuro- momento de reincorporarse a su puesto de trabajo o el
ejercicio de su profesión, quiere
continuar la lactancia materna se le
Para la fundadora de Mammalia,
una conciliación real sería aquella
que “favoreciese la lactancia materna y, concretamente, el seguimiento de las recomendaciones
que al respecto emiten los organismos de referencia en alimentación infantil”. Desde esta perspectiva, la normalización de la
lactancia materna iría ligada inevitablemente a una mayor demanda
social de conciliación: “Cuanto
más extendido esté el conocimiento de cómo es y cómo funciona la
lactancia materna y el vínculo establecido por el niño en sus primeras etapas con su cuidador principal (que cuando existe lactancia
materna es la madre), más evidente resultará la necesidad y los beneficios de conciliar”.
Elisa Medina, que destaca los beneficios de la lactancia materna
tanto para los niños como para las
madres a corto y largo plazo (“en
términos económicos, sanitarios y
de sostenibilidad medioambiental”), subraya también la necesidad
de que las madres, con un permiso
de al menos seis meses de duración, tuviesen garantizado el derecho a una lactancia sin contratiempos externos: “Como dice Carlos
González en Un regalo para toda la
vida, ‘Ya sé que hay mujeres que no
quieren dar el pecho. Pues muy
bien. Derecho no es lo mismo que
obligación. También hay mucha
gente que no acude a manifestaciones o que no vota pero sigue teniendo ese derecho’. Las madres
deben poder decidir amamantar o
no a sus hijos y los gobiernos deben proteger este derecho. A todos
nos interesa vivir en una sociedad
que amamanta”. Y también en una
sociedad que concilia.■