Madresfera Magazine 01 - Noviembre 2015 | Page 70

[ CUENTOS ] LOS TRES CUENTOS FAVORITOS DE... Bei de Tigreteando Desde muy pequeña adoraba leer, leía todo en lo que caía en mis manos con avidez, desde novelas hasta libros técnicos. Al nacer las niñas supongo que les transmití un poco mi pasión porque desde muy pequeñas ya adoraban los libros. Leemos muchísimo a lo largo del día y vamos dos veces por semana a la biblioteca. Cuando desde Madresfera Magazine nos pidieron que reseñáramos nuestros tres cuentos favoritos se montó una mini discusión en casa que zanjamos eligiendo un libro cada una. Fin del conflicto. Siempre te querré pequeñín Editorial Planeta Emma, que está en plena “aDOSlescencencia”, reafirmando su personalidad y su “yo”, eligió este precioso libro de Debi Gliori que nos muestra el amor incondicional de una mamá, sea cual sea la travesura que haya hecho su hijo. A los niños les confirma que pase lo que pase les querremos con locura y a los padres nos recuerda que a veces los “malos comportamientos” no son tales y simplemente necesitan un extra de amor paternal. Las ilustraciones son preciosas y el mensaje final cuando la mamá trata de calmar los miedos de su hijito es de las palabras más lindas que se han escrito. 69 • mama Flora y flamenco Algún día Editorial Barbara Fiore Editora Editorial RBA Libros Abril eligió este bonito álbum ilustrado por Molly Iddle. Es un libro mudo, sin palabras, un tipo de cuento que nos encanta últimamente en casa porque ellas mismas pueden “leer” sin tener que depender de nadie, les da mucha autonomía, les permite imaginar la historia y crear una nueva cada vez. Es ante todo una historia de amistad en la que una pequeña decide imitar los sutiles movimientos de un precioso flamenco, al principio de forma un poco torpe pero al final se funden uno en el otro en un precioso baile. Lo mejor es que la siguiente vez que lo leas, Flora puede ser una espía de flamencos o puede querer bailar flamenco, o... Y este precioso libro es mi elección. Quizás lo he elegido por la sensibilidad de las ilustraciones del gran Peter H. Reynolds (Siembra un beso, El Punto o Casi). O quizás porque el texto de Alison McGhee simplemente te produce un nudo en la garganta desde la primera frase que sale de tus labios. Puede que, incluso, no sea un libro para niños. O sí, porque puede que desde su sabiduría lo vean de otro modo. El caso es que siempre que lo leemos acabo llorando y ellas enjugan mis lágrimas. Es la historia de una madre, o de una niña, o de una abuela quizás. Es la historia de todas las mujeres que somos, hemos sido y seremos, como una matrioshka infinita. • NOVIEMBRE 2015