Madresfera Magazine 01 - Noviembre 2015 | Page 37

D.O: La alimentación infantil es una asignatura pendiente para muchísimos pediatras pero, lamentablemente, también para la sociedad en general. No sé si sabes que España es el país de Europa con mayor tasa de obesidad infantil. ¿Qué estamos haciendo mal? E.H: Hacemos demasiado caso a las marcas de supuestos alimentos. Si cerraran de un día para otro los supermercados mucha gente no sabría qué hacer. En nuestra mesa hay producto de cercanía y sano. Si alguien no lo quiere en ese momento, pues ya merendará. Es imposible que un niño muera de hambre en un país industrializado como este pero sí es fácil que viva con muchos problemas de salud si lo que come es basura disfrazada de comida. D.O: Julio Basulto afirma en “Secretos de la gente sana” que el único secreto que existe para conservar y aumentar la salud es a través de la adquisición de sencillos hábitos saludables y prescindiendo de aquello que nos resulta dañino. ¿Cómo podemos enseñar a nuestros hijos la importancia de esta piedra filosofal? E.H: Dando ejemplo. Y siendo firmes ante tooooodas las mierdas que nuestro hijo se encuentra por la calle y que se quiere comer. ¡Son tan bonitas! Nosotros, de todas formas, no demonizamos, si hay que comerse una hamburguesa guarra un día o hartarse de chuches en un cumpleaños, pues adelante. D.O: Hablemos de tetas. En varias ocasiones has hecho menciones a la lactancia materna como lo que es, la forma normal de alimentar a nuestras criaturas. Mójate. ¿Por qué crees que aparece a menudo ese debate teta-biberón en relación a las malasmadres-buenasmadres? E.H: Dar teta requiere un sacrificio, por muy placentero y satisfactorio que sea, la verdad. Para dar teta sólo vale la madre y tiene que estar. Entiendo que muchas mujeres no desean hacerlo porque no quieren sentir que llevan todo el peso de la crianza o porque creen se les caen las tetas, por lo que sea. Me parece una pena que dejen de amamantar por incorporarse al trabajo, porque podrían hacerlo las horas que estén con el bebé, pero el personal sanitario a veces tampoco sabe explicar esto. Lo curioso es que dando teta, dando biberón o vistiendo de azul turquesa, todas nos sentimos cuestiona- das y seremos buenas o malas madres dependiendo del rincón desde el que se nos mire. ¿Solución? Como todo, decidir con datos. D.O: Muchas madres se quejan de que haya gente que se sorprenda de que sus hijos más “mayorcitos” tomen pecho. ¿Se entiende en este país que un niño se desteta de forma natural a partir de los 2 años y medio? E.H: Todos sabemos que la leche materna es lo adecuado para un bebé (¡y lo más barato!) pero si el bebé se transforma en niño ya no queda tan claro. De todas maneras, yo me encuentro con más y más madres que dan teta a niños, algunas un poco a escondidas, es cierto. Yo también he pasado algo de apuro amamantando a un hijo de casi tres años que abulta más que yo, si soy sincera... Pero eso está en nuestras cabezas. Si alguien se sorprende por ver a un niño mamar, pues se le explica si quiere. Si es una persona nacida antes de los setenta y el boom de los biberones seguramente acabará contando que también mamaba hasta después de haber empezado a hablar. Es una cuestión de objetividad histórica. D.O: ¿Promocionan los poderes públicos la lactancia materna como deberían? ¿Crees que es importante la divulgación y el apoyo a la lactancia? E.H: Los poderes públicos se emplean a fondo con la economía y se olvidan constantemente de la vida de las personas reales y de sus necesidades. D.O: Por cierto, eres bastante activa en Twitter: ¿Cómo se convive con casi un millón de seguidores leyendo tus tuits? E.H: Pues bien, gracias, con normalidad. D.O: Dada tu posición, ¿te tienes que repensar mucho los tuits antes de publicarlos? E.H: Sí. Aunque yo creo que eso debería hacerlo todo el mundo, que se queda ahí escrito. D.O: Y una última pregunta indiscreta: ¿Sigues algún blog de maternidad/paternidad/crianza? ¿Nos podrías decir cuál? E.H: Leo Crianza Natural desde que me quedé preñada y ahí sigo, encontrando trucos para casi todo. ■ NOVIEMBRE 2015 • mama • 37