D.O:¿Es fácil ser madre en el siglo XXI?
E.H: No. Para nada. Tenemos información pero
también más presión. Debemos seguir siendo igual
que antes (mujeres estupendas, trabajadoras
aceradas, amantes profesionales) y, además, madres (enfermeras, nutricionistas, cocineras, limpiadoras, animadoras de tiempo ¿libre?). Cualquier
decisión se cuestiona, por el entorno, la familia y
¡hasta por los anuncios de la tele! ¿Quién no se ha
sentido juzgada por no alimentar a su hijo con las
galletas “nosequé” que llevan toooodas las vitaminas y minerales para su correcto crecimiento y el
óptimo desarrollo que su cerebro necesita? Todo es
“lo mejor para tu bebé”. Buf.
En realidad, yo pienso que ser madre consiste es
decidir, desde el principio, desde antes de embarazarse. Ser madre es optar por uno u otro camino y
no temer ir perfilando matices
para construir una maternidad a
medida. Sería más fácil seguir
manual, pero no lo hay. Y si
intentamos seguir todas las
instrucciones, métodos (y
toooodo lo que intentan vendernos) se convierte, en muchos
casos, en un suplicio.
D.O: ¿Necesitamos un cambio de conciencia radical
para poder llegar algún día a los niveles de conciliación (real) y amparo de la maternidad/paternidad
que disfrutan los países del norte de Europa?
E.H: Necesitamos un cambio profundo en mucho
sentidos: un cambio de conciencia, político, médico,
educativo y colectivo.
D.O: ¿Cómo ha sido para ti conciliar el trabajo en la
televisión con tu maternidad?
E.H: A mí me ha resultado sencillo porque tenía
ahorros y he podido decidir aparcar mi trabajo hasta
que me ha parecido preciso, porque no he tenido
miedo de quedarme en la cuneta profesional y, muy
importante, porque mi hijo tiene un padre comprometido al 100%.
Creo
fervientemente
que los hijos
necesitan a
sus padres
presentes y
tranquilos
D.O: Conciliación. ¿Utopía o
realidad en un país como España?
E.H: Totalmente utópico. Los
hijos son de todos. Una población envejecida conduce a un
país a la extinción. Si queremos
jubilarnos algún día, y cobrar una jubilación, hace
falta que las naciones comprendan el tener hijos
como algo bueno para todos. Hay que facilitar a las
madres y a los padres que afronten la crianza con
tranquilidad, sin aprietos económicos o miedos
profesionales. Hay que lograr que los niños crezcan
sin estrés, aunque sólo sea para que vayan menos al
médico en el futuro. Ya hay países que lo hacen bien.
Sólo hay que copiar.
D.O: Pensando como madre:
¿En qué país te hubiese gustado serlo?
¿Dónde crees que te hubiese resultado más fácil?
E.H: Escandinavia se lleva la palma de oro en estas