[ HISTORIAS PERSONALES ]
comentarios de un blog exponían su vida, pedían consejos, se sentían identificadas y comprendidas”.
Para ofrecerles a las madres que comentaban en
su blog mayor privacidad, Zulema decidió crear un
grupo privado de Facebook donde compartir experiencias y encontrar apoyos. Nada mejor que otras
madres separadas para entender las circunstancias de
las integrantes del grupo: “Hay muchas cosas con las
que una persona puede empatizar, pero para ayudar
en estos problemas se necesita entender realmente,
saber qué se está sintiendo, y esto es prácticamente
imposible cuando no has pasado por ello. Lo que para
otras personas parece una nimiedad, para una madre
separada es como dos mundos enteros en ese momento” reflexiona.
El grupo de Facebook ha estado funcionando durante un año y, a la par, Zulema y Verónica han estado
trabajando de forma anónima para hacer crecer el proyecto. Al mismo se han sumado diferentes profesionales (abogados, psicólogos, educadores y trabajadores
sociales) que dan un asesoramiento legal gratuito a las
madres que lo necesiten. El crecimiento de la comunidad, que supera ya las 300 participantes, les hizo ver
que era necesario dar un paso más, superar las fronteras de Facebook para llegar a otras muchas madres
que siguen buscando apoyos.
“Decidimos ir creando poco a poco un espacio donde reunir toda la información necesaria pero que, a la
vez, sirviese de altavoz para toda aquella madre que
quisiera contar su experiencia, ya sea con su nombre o
de forma anónima, para dar visibilidad a los diferentes
casos que existen y lo que suponen para las familias.
Con Madres Separadas queremos seguir avanzando.
Aún quedan varias funcionalidades en la página web
como las consultas extensas con profesionales, y
también queremos crear un banco de tiempo especializado en madres separadas. Por otro lado, estamos
con gestiones para finalmente darnos de alta como
asociación, planificando diferentes talleres virtuales
(queremos trabajar la autoestima, el emprendimiento
y todo lo que pueda ayudar) y, en breve, lanzaremos
grupos de apoyo presenciales. La idea es comenzar yo
en Las Palmas desde la Asociación Maternal Espacio
Vida, y poco a poco ir sumando ciudades mediante
voluntariado que quiera ayudar a gestionar presencialmente cada grupo. Todo esto aparte del grupo de apoyo virtual que por supuesto seguirá activo”, explica.
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•
mama
• NOVIEMBRE 2015
UNA REALIDAD INVISIBLE
Zulema Acosta asegura que hay más madres separadas de las que lo comentan, algo que entiende, ya que
se trata de un aspecto de la vida íntima que a veces
cuesta exteriorizar. ¿Cuesta dar el paso y separarse?
“Sí, por supuesto que sí. El qué pasará después pesa
mucho en muchas cabezas, más aún cuando hay niños
de por medio o las relaciones han sido muy largas. Ahí,
desde luego, no podemos hacer nada, las decisiones
son de cada uno”, responde.
La falta de apoyo, a todos los niveles, es otro hándicap contra el que tienen que luchar las madres separadas. Para la bloguera canaria encontrar apoyo “es
a veces complejo, porque sólo una persona que sepa
de verdad por lo que estás pasando, no te juzgará ni
minimizará tus problemas. Que haya tantas mujeres en
el grupo es la prueba de ello”. No es mayor, tampoco,
el apoyo que brindan las instituciones, a las que Zulema reprocha no tener un personal “mejor cualificado
en muchos sentidos, más humano y con más capacidad de escucha”. Las ayudas, además, brillan por su
ausencia. Apenas existen ayudas específicas y las que
hay, como por ejemplo el cheque familiar a las familias
monoparentales, se deniega a madres separadas que
tienen establecida una pensión alimenticia, “aunque
realmente esas madres no estén recibiendo esa pensión y existan denuncias de por medio”.
Según Zulema, el problema más común, por numeroso, con el que se encuentran las madres separadas
es el “tener que explicar a los hijos la ausencia voluntaria de un padre que no muestra el menor interés en
ellos. Tener que explicar algo que ni siquiera las madres conocen es un gran problema y supone un gran
dolor”. En su caso, como ella misma reconoce, sus
hijos eran demasiado pequeños, “por lo que no tienen
un recuerdo real de la vida en común. Para ellos, vivir
separados y pasar la mayor parte del tiempo conmigo
ha sido lo normal”.
A pesar de la falta de tiempo, Zulema Acosta
afirma que t Y[