LUMEN
Edición #1 • Agosto 2014 • Página 32
cisma en la logia “Palafox” del GOE y la posterior creaciòn de la logia “Regeneraciòn” de la
GLSPR como un evento resultante de la consolidación del reclamo jurisdiccional de la
institución autóctona dada la nueva realidad política del país. Por otro lado, José Antonio Ayala
se acerca a los eventos que aquí estudiamos desde el punto de vista de la lucha por el territorio
masónico de Puerto Rico entre el GOE y la GLSPR. Aunque provee una contextualización
sociopolítica más amplia que la de sus colegas puertorriqueños, el historiador español
básicamente da por buena la crónica estructurada a base de las actas de la GLSPR, y discute con
mayor detalle la tesis de que la “continuidad” de los trabajos de “Palafox” durante el receso de la
obediencia autóctona desde finales de 1896 hasta principios de 1899 le daba al GOE base para
reclamar la jurisdicción exclusiva de esa obediencia peninsular sobre la práctica de la masonería
en Puerto Rico. Para Ayala, el diferendo ocurrido en “Palafox” y el nacimiento de
“Regeneraciòn” fueron el resultado de alguna gestión realizada por el liderato de la GLSPR para
sonsacar a los miembros de la logia española, que a la sazón le había expresado a su obediencia
sus frustraciones por la falta de comunicación durante el periodo de 1896 a 1899.
Continuando con nuestro enfoque metodológico, en segundo lugar hicimos una
reconstrucción del proceso de traslado y reorganización de la GLSPR, a la luz de evidencia
documental inédita proveniente de los archivos de la obediencia puertorriqueña, y en el contexto
de un escenario político, económico y sociocultural cambiante, que generó la necesidad de
adoptar estrategias aceleradas de transición y supervivencia. Esta lectura de documentos inéditos
y relectura de las actas y correspondencia de la GLSPR nos permitió presentar información sobre
el proceso que no había sido presentada en las dos vertientes historiográficas mencionadas.
Como habrá podido apreciar el lector al leer este trabajo, el cambio de sede y reinicio de
operaciones de la GLSPR en 1899 fue el resultado de una concertación de esfuerzos entre
Santiago R. Palmer, varios masones afiliados a la obediencia puertorriqueña, la logia “Palafox” y
otros masones de obediencia española. La razón para dicho junte de voluntades fue la amenaza
de que el territorio masònico borincano fuera “invadido” por alguna gran logia norteamericana, a
tono con el ambiente de “americanizaciòn” en boga durante el periodo. De forma consistente con
lo descrito por William Bridges al hablar sobre cómo se materializan los procesos de transición,
los masones puertorriqueños y españoles depusieron sus actitudes de confrontación e hicieron
causa común para evitar perder su autoridad sobre la práctica de la masonería simbólica en la
Isla.