LUMEN
Edición #1 • Agosto 2014 • Página 24
común. En ese diseño estratégico, soslayaron algunos conceptos legales masónicos, como la
afiliación de los masones y las logias a una obediencia en particular. Los masones de obediencia
española se colocaron tácitamente al servicio de la GLSPR, con miras a evitar que se repitiera en
la masonería el fenómeno de penetración y control institucional norteamericano que se verificaba
en otros renglones de la vida cotidiana del periodo. Y el “padre fundador” de la GLSPR no
vacilò en maniobrar para dar “legitimidad” a las movidas que realizaba con la ayuda de masones
de otra obediencia para salvar su proyecto masónico autóctono.
Planteada la estrategia, continuaron ejecutando la misma con gran rapidez. El 26 de
febrero de 1899 se circulò la segunda convocatoria para “tratar y discutir la proposiciòn
presentada por algunos diputados referente a la traslación de residencia de la Gr. Log. a la ciudad
de San Juan”.
43
Otro detalle que nos llama la atención al analizar el documento es que el Gran
Secretario José Alberto Nadal convocó a la membresía de la GLSPR “/p/or orden del Diputado
Gran Maestro” (Federico Gatell), dada la “ausencia del Gr. Maestro…”.44
Y así llegamos al 27 de febrero de 1899, día en que se llevó a cabo la asamblea
extraordinaria en la que se dio paso a la citada proposición. Dado que en apartados anteriores
citamos in extenso las reseñas que diferentes historiadores han publicado sobre el
acontecimiento, nosotros nos enfocaremos en dos aspectos que no han sido discutidos por
aquellos que han estudiado el acta de la sesión con anterioridad.
En primer término, resulta curioso que en una sesión en la que se tomaría una decisión
tan importante para la organización, no estuviesen presentes ni el Gran Maestro ni el Diputado
Gran Maestro. Los trabajos del día fueron dirigidos por el Gran Primer Vigilante, Rafael
Monagas (en cuya residencia se celebró la sesión). 45 Ya sabemos que la orden para convocar la
cámara no fue impartida por el Gran Maestro Arrillaga.
En segundo término, y en otro ángulo que resulta interesante, una vez aprobada por
unanimidad la proposiciòn ya citada, Tomás C. Vera de la logia “Adelphia” propuso que se
remitiera a Palmer copia del acta de la sesión, así como la carta constitutiva y otros documentos,
43
“Segunda convocatoria para asamblea de la Gran Logia d Soberana de Puerto Rico”, Documentos
históricos de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, s/f, s/p. Aunque el documento no tiene fecha, en el mismo se
plantea la siguiente exhortaciòn: “Se suplica encarecidamente la asistencia a dicha reunión que tendrá lugar mañana
a las 9 de la noche en la casa habitaciòn del h. Rafael Monagas, sita en la calle de Méndez Vigo”. Por tanto, la
convocatoria tuvo que haber sido circulada el 26 de febrero de 1899.
44
Ibid.
45
“Sesiòn extraordinaria de febrero”, Actas, Pág. 189.