LUMEN
Edición #1 • Agosto 2014 • Página 9
Si bien Ayala da por buena la secuencia de eventos (y las fuentes) que han utilizado los
historiadores de la GLSPR para describir el proceso, y ha narrado a su vez el cierre de varias
logias de obediencia española entre 1896 y 1899 por las mismas razones que provocaron el
receso de la obediencia autóctona, el historiador español le ha dado énfasis en sus
investigaciones al alegato del GOE de que el “abandono del territorio” por parte de la GLSPR al
recesar en 1896 y la continuidad de los trabajos masònicos de la mencionada logia “Palafox” y el
Capítulo “Lanuza” (grados 4-33 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado) le concedía a la
obediencia española los derechos jurisdiccionales sobre Puerto Rico, a pesar del cambio de
soberanía. Estas alegaciones fueron otro capítulo de una larga historia de recusaciones mutuas
entre la GLSPR y el GOE, que comenzó en la década de 1890 y culminó durante la década del
1930.18
Después de dejar establecido que la logia “Palafox” no recesò como el resto de las logias
que existían en el país en la época, Ayala nos dice:
Durante dos años exactamente—de diciembre de 1896 al mismo mes de 1898—la
masonería puertorriqueña, excepto la logia antes citada, interrumpió sus actividades.
Desde principios de 1899, sin embargo, varios grupos de masones que habían estado bajo
la obediencia de la Gran Logia Soberana se pusieron en movimiento a fin de lograr el
permiso de las autoridades americanas para restablecer sus logias. Entre otros, algunos ex
miembros de la antigua logia San Juan Bautista, de la capital, inactiva desde 1887, y que
engrosada ahora por algunos oficiales americanos y empleados de la incipiente
administración estadounidense, se dirigieron a las más altas instancias del país ocupante.
La Gran Logia del Estado de Nueva York recibió ésta y otras solicitudes y dejó las cosas
en suspenso hasta comprobar si la Gran Logia Soberana volvía por sus fueros en la isla.
El gran maestro de la de Nueva York designó como enviado suyo en la capital a
Mortimer D. Bowen, ex venerable de la logia Churville no. 667 y funcionario del
Departamento de Sanidad de la isla, con el fin de que alentase a los principales masones
de Puerto Rico a reorganizarse, y, en caso de que no lo hiciesen, proveer lo que
conviniese en ese sentido.
Universidad de Murcia, 1991. Ayala, José Antonio, “La masonería de obediencia española ante el conflicto colonial
puertorriqueño”, Cuadernos de Investigación Histórica Brocar 17, 1991, Págs. 21-36. Ayala, José Antonio, “La
masonería de obediencia francesa en Puerto Rico de 1821 a 1841” Cuadernos Hispanoamericanos 491, 1991, Págs.
65-82. Ayala, José Antonio, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XX, Murcia,
Universidad de Murcia, 1993. Ayala, José Antonio, “La conjunciòn masònica-librepensadora-protestante contra la
Iglesia Católica. El caso de Puerto Rico (1898-1925)”, La masonería española entre Europa y América, Vol. I.,
Coord. José Antonio Ferrer Benimeli, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1995, Págs. 417-438.
18
Ayala, La masonería de obediencia española en Puerto Rico en el siglo XIX, Págs. 61-72. González
Ginorio, Op. Cit., Págs. 11-30. Palacín Mejías, Nuestros grandes maestros, Pág. 61.