Luli - papeles en movimiento (n°1) Luli - papeles en movimiento (n°1) | Page 15

común la gestión cultural , que se convierte en política pública cuando se desarrolla desde el Estado . Es un hecho que la producción de obras de danza ha crecido en las últimas dos décadas lo que ha debido suponer , asimismo , la movilización de recursos económicos aunque se pretenda mantener una imagen ilusoria de que el arte no tiene precio , aun cuando está hecho de centenares de millares de transacciones ( Machaud , 2007 ). Y esta es la base para la aparición de la gestión cultural , o más bien del gestor cultural . Este gestor es una persona con habilidades para conseguir financiamiento aunque la obra se presente en un teatro vacío . 7 Casi todos los gestores culturales con el tiempo se fosilizan en oficinas estatales o instituciones subvencionadas por otras oficinas estatales , y ante el agotamiento del financiamiento externo se generan las políticas públicas ( que pueden tener la forma de consultorías , obras a pedido , premios , becas , etc .). Más aún , hoy que la vida se ha hecho “ tan fácil y bella ”, tan fácilmente aceptable y consumible , la danza , como muchas otras artes se ha rendido ante esta banalidad . A diferencia de la danza de la época modernista , que aún mantenía cierta relación con el mundo social ( por ejemplo cuando era partícipe de varios movimientos como el feminista ), la danza de ahora está dormida en la falsa gloria y el aplauso fácil :
Ya no existe un gran proyecto político y la conciencia crítica es limitada . Claro , nadie lo grita en voz alta : viéndolo bien , todos los artistas siguen siendo “ de izquierda ”, pero eso no los compromete gran cosa ( Ibid ).
Y es cierto , nadie está de acuerdo con la eliminación de la selva para construir carreteras , ni tampoco con la corrupción institucionalizada , pero paradójicamente todos parecen estar de acuerdo con que se gaste mucho dinero en artistas que promuevan la gestión de este u otro gobierno . Es verdad que estos recursos provienen de los impuestos pagados por los mismos artistas , sin embargo , no se considera que son los impuestos de todos los bolivianos y bolivianas , y que fuera del grupo de élite de danza realmente no se le ha preguntado a nadie si quieren o no pagar por esa obra . Al final del día , los bailarines que concursan en este tipo de proyectos , están favoreciendo , o siendo indiferentes ( que es lo mismo ) a todas las injusticias cometidas por el gobierno actual , o cualquier otro gobierno , y apoyando que se despilfarre , sólo que por favor sea para ellos . Esta actitud compromete al artista con el Estado y le quita la posibilidad de interpelar las políticas culturales y al Estado mismo , que “ compra ” su obra :
7 Y en este caso no me refiero a grandes obras que han tenido poco público lo mismo que grandes libros que han tenido pocos lectores .
15