ya estaba oficializada a través del sello Dicap, que era el
sello que editaba a Víctor Jara, a Los Inti, a Los Quila, y
todos los que tenían una tendencia políticamente comprometida. Por este otro lado iban a buscar toda esa música
que estaba dando vueltas y que no tenía casa. Entonces
ahí caímos nosotros. Julio nos conocía, éramos amigos.
Conocía “El Volantín” y él nos propone que pasáramos a
ser del grupo de artistas del IRT, y ahí firmamos contrato
con ellos.
“El Volantín” fue el querer difundir la música que estábamos haciendo. Y “El Volantín” nos costó harto trabajo,
o sea tuvimos que vender un instrumento, no teníamos
plata, aprendimos lo que era producir un disco, conocimos los estudios y nos interesó. Entonces cuando Julio
nos propuso eso nos pareció interesante, porque antes
la discusión con los sellos era porque les llevábamos “El
Volantín” para ver si querían editarlo o hacer algo parecido y nos echaban a patadas, porque a qué sello le iba a
interesar ese tipo de música. Con Julio era una conversación fluida, porque sabíamos que era una buena manera
de difundir la música de nosotros.
Nosotros seguíamos haciendo las cosas no más y se
daba esta oportunidad, porque nosotros tampoco fuimos
a buscarla. Él nos llamó y nos dijo si acaso queríamos
hacer esto. Y a nosotros en ese tiempo nos dieron ganas
de hacerlo. Era una posibilidad de seguir grabando, sin
nosotros gastar plata.
Una cosa que yo he notado, que ha pasado con la
evolución de la música del grupo, es que siempre están
los fundamentalistas. Los fundamentalistas siempre han
existido. A los que les gustaban Los Jaivas, de la época de la improvisación, que era eso como lo “máximo”,
Contraportada del single “Todos Juntos” y
“La Quebrá del ají”. Diseño original de René
Olivares.