Página siguiente: “La Vorágine”, cuadro en
técnica mixta. Original de René Olivares.
Eduardo: “La Vorágine” es eso. O sea, muchas veces
ha pasado, la mayoría de las veces ha pasado que René
le encaja o descubre que un cuadro de él ya coincide con
la música, o puede coincidir, o lo propone. En el caso de
“La Vorágine” fue genial, porque, es decir, yo encuentro
que hay una correspondencia muy grande en “La Vorágine”, entre el dibujo, la pintura, y la música. Porque más
encima es un puro cuadro que se fragmentó, y quedó la
escoba al fragmentarlo porque, bueno quedaron cinco
cuadros, que son el mismo, son uno solo. Pero lo que
se logra, con respecto a la expresión, lo encuentro yo
muy interesante. Porque, justamente, expresa bastante
el estado en que nos encontrábamos en ese tiempo nosotros. Porque era un estado a final de cuentas. Tuvimos
que obligatoriamente ponernos en un estado para poder
solucionar el problema social yo creo, artista de todas
maneras, eso está claro, pero sin embargo el artista siempre se enfrenta a un medio.
Claudio: La historia de este disco es que nosotros tenemos muchas grabaciones interesantes y algunas no las
habíamos escuchado nunca, otras las habíamos escuchado alguna vez, pero no nos acordábamos muy bien.
Un día yo dije “me voy a poner a escuchar todas esas grabaciones” y encontré que las grabaciones eran de buena
calidad, eran hitos históricos varias, dijimos “hagamos
esto de ‘La Vorágine’.”, y además, todo ese periodo de
improvisación nadie lo conoce. Nosotros siempre hemos
hablado de la improvisación y la improvisación, pero qué
niveles de improvisación. En algunos discos hay, como
en “Palomita Blanca”, lo últimos tres temas largos son
improvisaciones, pero ya pertenecen a una época en que