cos, habían llegado también discos de Led Zeppelin. De
todas maneras, a través de empresas discográficas tiene
que haber habido ediciones, pero las ediciones con Chile
eran mínimas, era mucho mejor escuchar los discos que
traían estos chicos de Europa directamente, o de Estados Unidos. Es así como nosotros tuvimos acceso a esa
música. Empezamos a escuchar a Jimi Hendrix, a Deep
Purple, a Pink Floyd, que a mí me gusta tanto, a mí me
encantó, desde que lo escuché por primera vez, bueno y
evidentemente los clásicos, que esos si estaban en todas
las disquerías: Los Rolling Stones y Los Beatles. No solamente en las disquerías, sino que en las radios todo el
día, todo el día escuchando “Michelle”, y no todo el día,
sino que todo el mes y todo el año.
No estoy haciendo una crítica. Porque a nosotros nos
encantaba. Y tampoco quisiera hacer una crítica sobre la
miseria de la radio de esa época, porque nos llegaba lo
último, o sea, lo último era que estuviéramos escuchando “Michelle” todos los días, porque además no habían
muchas cosas, por supuesto que no se podría comparar
con una radio europea, porque la radio europea te iba
a pasar todo lo que estaba pasando en Europa en ese
momento, y aquí todavía existía la distancia en esos tiempos. Hay que aclarar estas cosas porque son ideas o
sentimientos que uno guarda de la época, y reflejar una
época es muy difícil, porque mientras más datos tengas
mejor, pero nunca los vas a tener todos, es imposible,
pero mientras más uno se pueda acordar de tonterías, así
de cosas mínimas, te van dando mucho.
Claudio: Cuando empezamos con la improvisación, estábamos tan metidos, porque habíamos descubierto algo
Eduardo. Fotografía original de archivo Los
Jaivas.