Los Jaivas Testimonio y Marca 1 | Page 27

níamos un amigo santiaguino que era bombero, de la Bomba Inglesa la que está frente a la plaza en Bilbao con Los Leones, que todavía está ahí. El primer contrato que tuvimos en Santiago fue ese, una tocata en la Bomba Inglesa en una fiesta de los bomberos. Después de eso pasó mucho tiempo para que volviéramos ya como Los Jaivas. Toda esta historia de tocar en las fiestas, para que para nosotros fuera entretenida, siempre íbamos inventando algo, porque de repente se empezó a volver rutinario, ya era un trabajo. En el verano nos contrataban en una boite de Viña, y estábamos los 60 días. Partíamos la noche de año nuevo y terminábamos el primero de Marzo, todos los días. Teníamos entre 15 y 17 años. Bueno, pero toda esa cosa creativa ya venía de antes, de cuando nosotros empezamos a hacer música. Hacíamos música, teníamos un piano que lo desarmábamos, improvisábamos, tocábamos unas cosas así súper voladas, pero era como jugando no más. Después nosotros empezamos a crecer y seguíamos tocando en las fiestas, pero al mismo tiempo toda esa cosa de niños, esa cosa lúdica de niños también fue evolucionando, pero eso lo hacíamos en la casa no más, y nos juntábamos con otros amigos que también iban creciendo, entonces uno de repente ya se iba definiendo. Unos eran fotógrafos, otros pintores, otros estudiantes de arquitectura, había unos poetas, y estas reuniones se transformaban como en unos japenings. Algunos estábamos estudiando. Gato estudiaba arquitectura, Mario también, yo estaba estudiando ingeniería. Eduardo se dedicó a la poesía, estaba como poeta, en busca de un lenguaje poético con Juan Luís Martínez, que después creció Claudio y Gato tocando acordeón y guitarra en una fiesta. Fotografía original de archivo Los Jaivas.