Los Jaivas Testimonio y Marca 1 | Page 143

el sur de Alemania, parece que era el sur de Alemania, y resulta que yo estoy en la pieza y arriba estaban haciendo “Desde un barrial”, y yo no subí, nada, seguí durmiendo y todo, pero yo vi cómo lo estaban haciendo, lo hicieron casi completo. Después yo iba, ya en Francia, yo iba a meter mis partes del moog, ahí hay moog, porque incluso el silbido es un moog también, que no se puede, yo no tengo tiempo para hacer el cambio, salvo si tuviera el moog digital, o sea un moog análogo, pero con tablero digital, haces todo análogo, pero lo dejas digital. Si yo tuviera ese moog podría hacer el pato ese y el silbido, que también es el moog, no hay silbido humano, pero nosotros ahora en vivo lo estamos haciendo con silbido humano porque yo no puedo hacer el cambio, salvo si tuviera el moog digital, que creo que me lo voy a comprar, y va a ser una de mis últimas adquisiciones. Claudio: El blanco de las vestimentas nace como una necesidad escénica que la pidió el iluminador, el Jano. La iluminación que él hacía era una iluminación de colorear todo, entonces nos dijo “la mejor forma de que la iluminación se vea y lograr el efecto que se necesita es que ustedes se vistan de blanco”. Y nos empezamos a vestir de blanco. Después cada uno empezó a hacerse su onda en el blanco. Y el “Macchu Picchu” es como el momento más culmine de todo esto, después empezamos a cambiar. Empezamos a dejar el blanco, pero poco a poco, como a meterle los colores. Después, lo que se mantiene hasta hoy, es una preocupación del cómo subirse al escenario. O sea, uno no se sube como andaba vestido en la mañana, porque es parte de la mística del escenario. Gato tocando en un concierto con su vestimenta blanca. Fotografía original de archivo Jaivamigos.