Gabriel, Claudio, Eduardo, Alberto Ledo, Gato
y Pájaro Canzani. Fotografía original de archivo
Los Jaivas.
pero él nos metía en la realidad europea. Él nos llevó a
Londres, y tuvimos una reunión con la cabeza en Londres, que casualmente en ese tiempo era un español, el
gerente general de Londres era un español. Y hubo otra
casualidad, que en ese tiempo hubo en Chile un inglés
que se hizo cargo de la EMI chilena. Era David Stockley,
y este David Stockley se encariñó con nosotros, sin conocernos. Él estuvo aquí cuando nosotros estábamos en
Argentina, y después él se fue a Brasil, y él fue así como
un ángel que nos apadrinó y nos apoyó sin conocernos y
desde distintos lugares importantes, y después él llegó a
Londres, creo que hasta fue gerente en España. Entonces teníamos este santo en la corte también, que también
nos ayudó, y estas coincidencias y estas casualidades
fueron súper favorables. O sea, de no haber sido por la
casa que nos prestaron, y por el apoyo de la EMI Argentina, y de estos personajes, la historia de nosotros habría
sido muy distinta.
Desde el momento en que nos instalamos en Europa,
que es donde estuvimos más unidos todos, llegamos a
ser 35, de la casa salía todo; las fotos, los afiches, salía todo el espectáculo. En esos momentos, cuando se
planificaba un concierto, con esa mística del concierto
que se ha perdido ahora, porque antes un concierto era
un concierto, no era un concierto más, sino que era “un”
concierto. Entonces se preparaba todo. Ya decidir la fecha, si hay luna llena o no hay luna llena, todo era importante. Qué escenario, la escenografía, qué temas vamos
a tocar.
Eduardo: En “Canción del Sur” aparece el minimoog,
porque en realidad, siempre había yo tenido como un
acercamiento con los sintetizadores, que son unos com-