Los Cuentos de Beedle el Bardo Los Cuentos de Beedle el Bardo pdf | Page 10

tan grotescamente que apenas puede mantenerse en pie. El rey se siente humillado, furioso e impaciente, y exige una demostración de magia al día siguiente frente a sus súbditos. El desesperado charlatán le dice que es imposible ya que tiene que abandonar el reino para un largo viaje, pero el rey, que ahora sospecha, le amenaza con enviarle la Brigada detrás. El rey advierte que si alguien se ríe de él durante la demostración, mandará decapitar al charlatán. Siendo consciente del peligro que corre, el charlatán corre a la casa de Babbitty. Desde la ventana, observa a la pequeña anciana sentada en su mesa mientras limpia su varita, mientras los cacharros se lavan solos. Tratándose de una bruja, y siendo a la vez el origen y solución de sus problemas, le exige ayuda o de lo contrario le amenaza con la Brigada. Babbitty no se deja asustar por el charlatán y acepta hacer todo lo que esté en su poder para ayudar. Planean que ella se esconda en un arbusto durante la exhibición de magia del rey y así pueda hacer los hechizos por él. Babbitty acepta, pero le pregunta qué ocurrirá si el rey intenta hacer un hechizo imposible. El charlatán responde que la magia es más poderosa que lo que pueda soñar cualquier ingenuo, y que no se preocupe por ello. A la mañana siguiente, los miembros de la corte se reúnen para ser testigos de la magia del rey. Desde una plataforma, realizan el primer acto de magia: hacer desaparecer el sombrero de una mujer. Todos quedan sorprendidos, ignorando que el hechizo proviene en realidad de Babbitty, escondida. El siguiente reto lleva al rey a hacer levitar a su caballo. Babbitty lo logra con éxito, y el rey es aplaudido. Mientras busca un reto mayor, el Capitán de la Brigada le interrumpe trayendo el cuerpo de uno de los perros sabuesos del rey, que ha muerto al ingerir una seta venenosa. Le pide al rey que lo "devuelva a la vida". Llega el problema. El rey apunta al perro muerto con su ramita y nada sucede. Babbitty ni siquiera intenta realizar el hechizo, pues sabe que ninguna magia puede devolver de la muerte. El público empieza a reír al sospechar que los otros dos hechizos han sido trucos, lo cuál enfurece al rey. Al pedir explicaciones al charlatán, este señala al arbusto y dice que hay una bruja que intercepta los hechizos. Babbitty escapa y cuando los Cazadores de Brujas envían a los perros tras de ella, desaparece, dejando a los animales "ladrando y escarbando" en la base de un viejo árbol.