LONG Magazine Edición Primavera 2016 | Page 89

¿Con qué objetivo saliste de Paraguay y cuál fue tu destino? ¿Cómo se vive la experiencia de trabajar para “Médicos Sin Fronteras”? Salí en el año 2010 con destino a Sudán del Sur, la que para mí fue la primera misión con “Médicos Sin Fronteras” (MSF). Trabajar con MSF fue un sueño de adolescencia. Amo la medicina humanitaria y quiero ver el mundo bajo los ojos de la ayuda, no los del turismo. En el 2010, renuncié a un trabajo que amaba, vendí mi auto, regalé todo lo que tenía y me embarqué rumbo a lo desconocido. Desde ese día me declaré ciudadana del mundo y embajadora de Paraguay. ¿Dónde se fueron dando tus siguientes misiones? Después fui a Yemen por siete meses y luego a Colombia por otros nueve. Ahora vivo en Huntington Beach (California). Vine a este lugar a causa de mi marido. En una ocasión ayudé a una Fundación llamada Smiles Brands, que estaba trabajando en clínicas odontológicas con niños de escasos recursos. Habían pedido la ayuda de personal de la salud que hablara inglés y por eso fui. Al llegar me acerqué a la persona que estaba a cargo y me dijo: “Hi! I’m Jim; I’m charge of logistics” y yo le contesté: “Hi! I’m Belén; I’m the doctor who came to help”. Ahora llevamos casados casi cuatro años. ¿Cómo es el día a día estando en una misión? Depende del tipo que sea. Tenemos misiones en proyectos “regulares” y “de urgencia”. Soy Team Leader desde mi segunda salida y he estado en hospitales bombardeados, he vivido ataques en persona, tuve que hacer reanimaciones en el aire, he trabajado en zonas muy inseguras de Colombia donde ni el gobierno llegaba y me cubrí la cabeza para 87