LONG Magazine Edición Primavera 2016 | Page 85

" Los niños tienen que ser capaces de entender que, en muchas ocasiones, los padres no van a estar de acuerdo y que eso es algo normal". Desde muy corta edad los niños absorben, actúan y desarrollan actitudes en base a todo lo que ven a su alrededor. Así, si en casa ven agresión y violencia eso se refleja en múltiples comportamientos negativos en la escuela y con los demás. En la mayor parte de casos los pequeños repiten lo que ven en casa. Los niños tienen que ser capaces de entender que, en muchas ocasiones, los padres no van a estar de acuerdo y que eso es algo normal. Es importante que los adultos sepan que las peleas no son fáciles para ellos y les disgustan más porque no dimensionan la magnitud de las mismas. Eso genera en ellos inseguridad y temor, lo que puede convertirse en un problema más grande si el el conflicto es permanente. Cuando las peleas se van de las manos Existen muchos c asos en que las peleas de los adultos se vuelven incontrolables aunque los hijos estén presentes. Estas situaciones, que suelen ser poco maduras, provocan que los los pequeños tengan problemas para identificar y controlar sus emociones a posteriori. sus conflictos, no sólo porque estas pueden tener consecuencias negativas para los pequeños de la casa, sino también porque son el primer ejemplo a seguir para ellos. Lo ideal es dejarles de lado sin importar la edad durante el conflicto. Buscar un lugar privado y ser capaz de retirarse cuando los ánimos están demasiado caldeados es lo ideal. Una vez calmados se puede resolver el conflicto con mayor facilidad y eso puede ser ventajoso a la hora de mantener un buen ambiente en el hogar por el bienestar de los hijos. Es importante que los padres evalúen sus propias acciones y la forma en que resuelven 83