Transcurrimos el siglo XIX en donde la velocidad y la rapidez, junto con el aprovechamiento del tiempo, se volvieron tópicos centrales de esta nueva época de la humanidad en la cual los tan llamados “Millennials” son y serán protagonistas. Es por esto que es de suma importancia detenerse por un momento (¡qué irónico!) y replantearse algunas cosas en cuanto a la educación que estamos recibiendo los jóvenes en las escuelas de toda la República Argentina, ya que ésta nos aporta los conocimientos básicos de todo individuo, nos permite relacionarnos y repercute directamente en la formación de nuestros valores. Por todo esto es fundamental darle una releída al sistema educativo con el objetivo de mejorarlo en beneficio de las generaciones futuras.
Es una realidad que la tecnología se convirtió en un elemento central en este período y su desarrollo crece exponencialmente año a año, por lo cual es importante que la juventud tenga conocimientos básicos relacionados a la misma, tales como robótica, programación, informática, diseño 3D, conocer los componentes de una computadora, un celular, etc. Hacen falta asignaturas que nos permitan entender lo básico de los elementos tecnológicos para poder comprender un poco mejor su funcionamiento, su composición y su utilidad. Por otro lado, consideramos que en las escuelas también hacen falta más materias que permitan desarrollar la imaginación y que funcionen como un espacio de expresión para los alumnos; en donde la consigna principal sea darse a conocer, sin miedo a ser juzgados, y poner en práctica el respeto hacia el prójimo y hacia uno mismo. Que se genere un ambiente de confort en donde se puedan tratar problemas, reflexionar y profundizar los valores que nos hacen más humanos. En donde se puedan compartir talentos y se pueda crecer como persona. No nos olvidemos de la elección de Bachiller que debemos hacer en 4º año, aquella que nos carcome por dentro por no saber si es la correcta o nos estamos equivocando, que además luego no resulta ser nada trascendente, ya que las materias son, en su mayoría, las mismas con la excepción de unas 4 o 5 asignaturas. Nos parece que está mal pensada esta distinción entre Bachilleres, ya que es mínima la diferencia y se podría exprimir mucho más si se sentaran a pensar un poco más en cuáles son los intereses de los jovenes hoy en día para poder tomar una mejor decisión que nos deje más satisfechos y nos sea más útil en un futuro.
Pero no podemos ir por la vida quejándonos de todo, también hay que reconocer lo que se hace bien. Un gran acierto del sistema educativo es el hecho de enseñar en 4º año del secundario, materias que son esenciales para poder aprobar el CBC de la Universidad de Buenos Aires y poder iniciarse en una carrera universitaria. Por ejemplo: física, sociología, química, matemática, etc. La importancia de que estas asignaturas se den en el penúltimo año del secundario es que nos brinda la posibilidad de poder adelantar un cuatrimestre y hasta un año entero de la carrera que hayamos elegido mediante el sistema de UBA XXI. Dejando un poco de lado el estudio y mirando un poco más desde lo humano, el mayor acierto en este ámbito son los retiros y los campamentos. Estos permiten que, de alguna forma, nos den ganas de continuar con los estudios hasta que llegue ese día tan esperado para salir con nuestros compañeros del àmbito escolar y compartir juntos unos días en un
¿Qué pensamos del colegio? ¿Qué es lo que en realidad queremos?