Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 40

Dejó de apretar un poco el cojín. —¿Por dónde íbamos? Ah, sí. ¿Alguna vez has querido que te azotaran en el culo? —Yo… sí. ¿De verdad había dicho eso en voz alta? —Ah, muy bien. —Bajó la voz de tal manera que ella tuvo que aguzar el oído para oírle—. Y ahora mismo, ¿estás algo ruborizada de placer sabiendo que me complace tu respuesta? Ella respiraba entrecortadamente. Ay, madre, ¿lo estaba? Se llevó la mano a la cara y se palpó una leve sonrisa en los labios. —¿Sigues ahí, Dylan? —preguntó en voz baja, en un tono dulce que acarició su piel como la seda. —Sí, sigo aquí. —¿Y me vas a contestar? Ella sacudió la cabeza y se mordió el labio. —Yo… preferiría que no. —¿Pero? Tenía la sensación de que esperaría todo el día hasta obtener una respuesta, si fuera necesario. —Pero… sí, me da placer. Se quedó callado un buen rato. —Eso es fantástico. En serio. Te lo oigo en la voz. También noto lo difícil que te ha resultado decírmelo. —Sí. —Quiero que dediques un poco de tiempo a pensar en estas cosas. Volveremos a ha blar antes de vernos. Prepárate para quedar en el Pleasure Dome el sábado. A las nueve en punto. Te enviaré la dirección por correo electrónico. Cogerás un taxi. No quiero que conduzcas esa noche. La cabeza le daba vueltas. Estaba enfadada e incomprensiblemente estimulada a la vez. Maldito fuera. ¿No debería rebatirle ningún punto? Sin embargo, lo único que salió de su boca fue: —De acuerdo.