Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 38

—A ver, sé que BDSM significa bondage y disciplina, dominación y sumisión, sadismo y masoquismo. —Ahora dime qué interpretación haces de eso, no lo que hayas encontrado en los libros o en Internet. —Creo que… la definición parece cubrir un amplio espectro de comportamientos sexuales y sensuales. Deseos. Fetiches. Todo el mundo parece tener una definición personal de lo que significa para uno mismo. Y no todos lo practican todo. A algunas personas les van los aspectos más comedidos, como los azotes en el trasero o el bondage simple. Pero sigue siendo BDSM, aunque no les guste llamarlo de esa manera. Y en la raíz de todo está el intercambio de energía entre los participantes. —Sí, pero hay mucho más, aparte de la definición enciclopédica. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Qué quieres de él, además de información para tu novela? —Quiero la experiencia, probarlo antes de rechazarlo de plano. De todos modos sigo pensando que soy dominante, no sumisa, así que parte de esto es para demostrármelo a mí misma, a pesar de tu opinión de experto. —¿Y demostrármelo a mí? —Sí. Quizá también. —¿Y qué más? —Aún no sé qué más. Creo que tengo que comprobarlo antes de saber exactamente qué me gusta y qué no. —Tienes razón. Algunas de esas cosas las descubriremos sobre la marcha. Pero ¿y si te hago algunas preguntas? Quiero que intentes responderlas de forma instintiva. No te las pienses demasiado —le dijo—. Y no tengas vergüenza. Si me ocultas algo, no será tan eficaz, ¿entendido? Era una pregunta pero a la vez una orden. Su primer impulso fue discutir con él pero tenía razón; no conseguiría más que atrasar el proceso. —Sí, claro. Cuando quieras. —¿Alguna vez has pensado en experimentar con el bondage? —Sí. —¿Y lo has probado? —Una vez… até a un novio con unos pañuelos de seda. —¿Y eso qué te hizo sentir?