Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 25

Era un hombre increíble. Algo en su imponente tamaño lo hacía fuera de lo común, y algo más… había algo en él que le provocaba una respuesta de una forma a la que no estaba acostumbrada. Algo que le hacía pensar incluso que podría ser sumisa para él, por muy extraña que le hubiera resultado esa idea al principio. No estaba segura de poder hacerlo, aunque se le habían pasado varias imágenes por la cabeza desde que él se lo sugiriera: sus manos encima, sujetándola. Nada más que eso; nada más explícito pero nada más claro al mismo tiempo. Salvo ese casi roce de sus labios sobre los suyos. Se estremeció; el deseo era como una chispa ínfima y ardiente que mentalmente trataba de apagar. Pero ese deseo no significaba que llevar una fantasía sexual al terreno real fuera a funcionar. Lo más probable era que no funcionara. Al fin y al cabo, algunas cosas era mejor dejarlas como fantasía. «Pero Alec Walker no.» Había accedido a llevar a cabo este experimento. Y la atracción que sentía por él probablemente haría que se dejara llevar, aunque no pudiera entregarse por completo a la sumisión. El silbido de la tetera interrumpió sus pensamientos. Se sirvió un poco; el vapor quedó suspendido alrededor de su rostro, junto con la suave fragancia del té. Volvió al salón y repasó sin mucho afán el montón de cartas que había en una mesa junto a la puerta de entrada mientras esperaba a que se enfriara un poco el té. No fue hasta un poco más tarde que se dio cuenta de que no tenía ni idea de qué estaba mirando. El rostro de Alec ocupaba su mente; sus brillantes ojos azules, la forma en que ese mechón negro le caía sobre el cuello de la camisa